Secretario de Salud dobletea

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-Fernando Benítez ejerce como especialista en Gastroenterología y Cirugía General

Por Juan David Castilla Arcos

En uno de los pasillos del hospital privado se escuchó con énfasis: "¿Sabe si vendrá el doctor Benítez?, ya es la cuarta vez que vengo y no lo encuentro". Posteriormente, el ruido de su puño contra la puerta retumbó en los consultorios cercanos.

Laura, una de las pacientes, había viajado en repetidas ocasiones de la comunidad La Estanzuela, ubicada en el municipio de Emiliano Zapata, para su consulta con el especialista en Gastroenterología y Cirugía General, Fernando Benítez Obeso, actual secretario de Salud de Veracruz.

Su rostro evidenciaba el hartazgo de lo rutinario que han sido sus últimos meses. Tomar un autobús en aquella localidad y destinar más de 40 minutos de su día para trasladarse a la capital del estado.

Bajar en una de las paradas cercanas a la Torre Ánimas, trepar al mismo puente peatonal, ingresar al nosocomio localizado sobre la carretera federal Xalapa-Veracruz, esperar el elevador y subir hasta el sexto piso.

"He venidos dos, tres o más veces y siempre he encontrado cerrado. Ahora vengo a otra vez sacar cita. Sí está lejos viajar tantos minutos, pero pues la interesada soy yo y por eso tengo que venir", relata.

Todo se había vuelto muy cansado para ella. Su error, haber olvidado su cita programada para este mes con la máxima autoridad del sector salud en el estado, quien ha recibido diversas críticas por las inconsistencias registradas recientemente en su ramo.

Unas zapatillas abiertas, vestido azul arriba de la rodilla y el vistoso maquillaje en su rostro de tez morena lucía mientras observaba la vista en una de las ventanas del edificio.

Entre su desesperación, comentaba que el empleo de Benítez Obeso en la función pública le quitaba gran parte de su tiempo, pues se había tornado bastante difícil sacar cita para una consulta con él. 

El funcionario estatal ha sido señalado por el desabasto de medicamentos y la falta de equipamiento y médicos en hospitales y centros de salud, y las carencias detectadas en comunidades serranas, donde, incluso, a veces ni nosocomios hay.