Habrá menor obra pública, advierten empresarios
-Iniciativa para destinar recursos del 3 por ciento a la Nómina a pago de proveedores reducirá la posibilidad de hacer infraestructura
-Constructores, los más afectados con iniciativa enviada al Congreso
Por Yhadira Paredes
Es positiva para los empresarios la iniciativa -enviada por el gobernador Javier Duarte de Ochoa al Congreso- que estipula que con los recursos del Impuesto del 3% a la Nómina se pague a proveedores, pero negativa para las empresas constructoras, pues se reducirá la realización de infraestructura, coincidieron los empresarios Antonio Pino Aguilar y Jesús Castañeda Nevárez.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) en Xalapa, Antonio Pino Aguilar, consideró que si bien usar el recurso obtenido por el impuesto del 3% a la Nómina para el pago de proveedores es devolverles su dinero, señaló que “de lo perdido, lo encontrado”.
En entrevista, calificó de positiva la medida y propuesta enviada al Congreso del Estado, pero reconoció que quienes saldrán perdiendo son los generadores de obra pública, toda vez que recordó que dicho impuesto en su versión del 2% fue creado precisamente para la realización de infraestructura.
Aunque dijo que no es la mejor manera de liquidar los adeudos con los proveedores de bienes y servicio del Gobierno del Estado, ya que sería devolverles su dinero, (autopagarse), finalmente se pagará y se podrá reactivar la economía.
“De todas manera, el dinero mensualmente y puntualmente se ha estado pagando, de que lo destinen para otras cosas a que sea canalizado para autopago… de lo ganado lo perdido”.
De acuerdo con la iniciativa enviada por el mandatario veracruzano, el 50% ciento de lo recaudado pasará al pago de la deuda y el 50% restante será para la ejecución de obra de infraestructura social.
SE DEBE EXPLICAR DESTINO DE MÁS DE 2 MIL MILLONES DE PESOS RECAUDADOS POR 2%
Por su parte, el expresidente del Consejo Coordinador Empresarial de Veracruz, Jesús Castañeda Nevárez, coincidió en que esta iniciativa es benéfica para los proveedores de bienes y servicios, pero mala para las empresas constructoras, que no tendrán obras que realizar.
"Esto como casi todas las cosas, tiene como la buena y la mala noticia. La parte buena es la que los empresarios debemos de celebrar: el hecho de que se reconoce la deuda a proveedores y que se piensa pagarla, y esto será una oportunidad a las empresas que habían perdido las esperanzas de recuperar su capital y su patrimonio”.
Sin embargo, si el fideicomiso se utiliza para el pago de pasivos, en automático ya no habrá obra de desarrollo, que era el fin por lo cual se creó este gravamen y el Fideicomiso.
Además, Castañeda Nevárez exigió que las autoridades de la Secretaría de Finanzas den a conocer qué se hizo con el dinero que estuvo captando por este gravamen en años anteriores.
Finalmente, señaló que se trata de recursos que se pagaron puntualmente, por un monto aproximado de dos mil millones de pesos anuales que no se aplicaron en obras.