Pierden todo familias de Jilotepec y Rafael Lucio

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-Si la corriente de agua nos agarra dormidos, no la salvamos, afirman

Por Verónica Huerta/Yhadira Paredes

Las familias de las calles Vicente Guerrero y Nicolás Bravo del barrio de San Juan perdieron todo a consecuencia de la inundación provocada por los escurrimientos de los cerros cortados para construir el libramiento Xalapa - Perote.

A pesar de que el agua y el lodo arrasaron con sus enseres domésticos, camas, colchones, electrodomésticos, estufas, ropa, juguetes de sus hijos, fotografías, medicinas, la gente del barrio de San Juan está admirada porque la desgracia les llegó de día y no de noche, cuando dormían.

Están seguros, y todos coinciden en señalar que si el arroyo “De la India” se hubiera salido de su cauce en la noche, habrían muerto porque no les habría dado tiempo de salvar sus vidas, ante la velocidad con que entró el agua a sus casas.

“Si nos agarra dormidos, no la salvamos, no nos damos cuenta, no nos da tiempo de salir porque en uno, dos, tres, cuatro minutos el agua nos llegaba al pecho. A los niños los sacamos cargando” expresaron las familias del barrio de San Juan que perdieron todo.

ESCURRIMIENTOS POR OBRA DEL LIBRAMIENTO AMENAZAN VIDAS 

Un arroyo que apenas mide un metro y medio de ancho se desbordó ante los miles de litros de agua que escurrieron de los cerros cortados por la empresa Concesionaria Autopista Perote - Xalapa SA de CV (Copexa), encargada de construir el libramiento.

Las familias de este barrio acusaron que desde hace ocho años cuando construían el libramiento y dinamitaron los cerros, ellos advirtieron a las autoridades del Gobierno Federal y estatal que el agua de los cerros les iba a escurrir y se inundarían.

“Pero como siempre, al pueblo no lo oyen. Nadie nos hizo caso y mire, nos quedamos sin nada”, exclamaron los vecinos mientras sacaban el lodo y sacaban montones de ropa, libros mojados, sillones y colchones para echarlos después a un camión de volteo para llevarlos a un basurero.

Luego de asegurar que a raíz de la construcción del libramiento de Xalapa las inundaciones en Jilotepec, principalmente en el Barrio de San Juan, se han intensificado, el presidente municipal, Sergio Fernández Lara, aseveró que fueron 115 familias las que se quedaron sin nada y 19 vehículos arrastrados por la corriente la tarde del domingo.

PIDEN DECLARATORIA DE EMERGENCIA

Como consecuencia de las inundaciones, acusó que el libramiento se ha convertido en un verdadero colector pluvial que descarga sus aguas en las comunidades cercanas, poniendo en riesgo a la población y de lo cual, la empresa constructora ya no se hace responsable.

En entrevista, el alcalde aseveró que es necesario que se active la declaratoria de emergencia para Jilotepec, pues las familias solo se quedaron con lo que traían puesto, toda vez que estaban en proceso de sacar sus enseres que quedaron inservibles como consecuencia de la inundación.

REFUGIOS ACTIVOS 

Fernández Lara informó que hay alrededor de 60 personas refugiadas en los dos albergues temporales activados en el municipio, ya que el resto se trasladó a casa de familiares.

Reportó que 115 casas resultaron inundadas; 19 vehículos, arrastrados por la corriente en el Barrio de San Juan; también se registraron inundaciones en las colonias Casa Blanca y Vista Hermosa, segunda manzana, por lo que consideró que es necesario que se active una declaratoria de emergencia para el municipio.

Afortunadamente, dijo, no hubo pérdida de vidas humanas, ya que el personal de la Dirección de Protección Civil se encontraba en la zona y actuó de manera inmediata en coordinación con la Policía Municipal y el propio munícipe cuando se vino la crecida del río.

Fernández Lara reconoció que Jilotepec por su misma condición geográfica tiene incremento en los ríos, pero a partir de la construcción del libramiento de Perote, se intensificaron los problemas de inundaciones, toda vez que se ha convertido en un colector pluvial para el municipio.

“Ahora la carga de agua en los ríos de respuesta rápida se triplicó. El libramiento es un colector pluvial para Jilotepec, lo hemos dicho en otras ocasiones, solamente hicieron arbitrariamente salidas a las comunidades, afectando las colonias que están cerca”.

PIDEN AYUDA EL ESTADO 

El presidente municipal confirmó que se llevó a cabo este lunes un recorrido con autoridades de las secretarías de Protección Civil y de Infraestructura y Obras Públicas y la Comisión Estatal de Agua de Veracruz (CAEV) y Comisión Nacional del Agua, para analizar la situación y tomar acciones.

“Necesitamos la intervención del Gobierno del Estado y Gobierno Federal para apoyar a las familias, tenemos jurisdicción sanitaria apoyando en acciones de sanidad, están fumigando, la verdad es que es triste porque todas las personas del Barrio de San Juan están sacando sus cosas porque quedaron inservible”, finalizó.

TAMBIÉN EN RAFAEL LUCIO SUFRIERON EMBATE 

Casi una veintena de personas lo perdieron todo en la congregación de San Miguel del Soldado, en San Rafael Lucio, después de la tromba que se registró el domingo, sumada a un escurrimiento de agua que baja de Acajete y que arrasara con las pertenencias de al menos siete familias.

A pesar de los daños graves que sufrieron las personas, el alcalde José Allan Libreros (del cual no sabían ni el nombre), no ha hecho presencia y solo les mandó colchonetas y cobertores.

De acuerdo con los afectados, la precipitación del domingo fue atípica, ya que solo llovió cerca de una hora, pero cayó una cantidad de agua impresionante, al grado de arrastrar carros, romper puertas y hacer “nadar” refrigeradores.

DEL ALCALDE, “NI SUS LUCES”

Denunciaron que al observar la gravedad de la situación llamaron al 911, tras lo cual llegó Protección Civil, pero cuatro horas después, únicamente para tomar fotografías y retirarse; es decir, no tuvieron el mínimo apoyo.

Por fortuna, como sucede en estos casos, la solidaridad se hizo presente y los mismos vecinos se encargaron de auxiliar a las cuatro familias más afectadas por el agua.

A casi 24 horas de que cayera el torrencial, los afectados aún continúan la limpieza de sus viviendas; la mayor preocupación es que el agua que bajó proviene de un criadero de cerdos, de ahí el fétido olor a excremento, que podría generar un serio problema de salud.

Una de las afectadas contó que después de vivir en esa zona por 47 años es la primera vez que les ocurre un hecho de tal magnitud.

En medio de ropa enlodada, electrodomésticos y muebles inservibles, narró que las autoridades les dijeron “que iban a ver en qué les podrían ayudar” y confirmó que no ha recibido nada más que colchonetas y cobertores, aunque no pudieron dormir por la preocupación y por dedicarse a tratar de recuperar algunas pertenencias.

Afortunadamente no hubo pérdidas humanas que lamentar, aunque consideran que esto fue porque la lluvia cayó en la tarde, pues si hubiera ocurrido en la noche o madrugada, al agarrarlos dormidos, quizás la situación hubiera sido peor.

SE QUEDAN SIN FUENTE DE INGRESOS

Por su parte a la familia Alba le fue peor, con la lluvia les llegó una verdadera tragedia, dado que perdieron todas sus herramientas de trabajo, entre refrigerador, motosierra, y todo lo que utilizaban para el expendio de carne que tenían al frente de su casa.

Y es que agua, en su caso, llegó a subir hasta un metro y medio, y no solo se quedaron sin una fuente de ingresos, sino que además perdieron estufa, refrigerador y casi todo lo que tenían para vivir.