Zabulón: morada de Dios para pacientes con cáncer
-Emma Vicenta Ramírez fue la fundadora de este espacio
Por Juan David Castilla Arcos
“Los médicos ya no nos dan esperanza”, lamenta Florinda de Jesús Sánchez por el avanzado cáncer que ha postrado a su marido en un sofá cama.
Las lágrimas empañan su vista mientras observa las heridas de la persona con quien ha compartido décadas de su vida.
Wenceslao Domínguez Domínguez cumplió 81 años, el pasado 26 de septiembre, en el albergue para enfermos de cáncer conocido como “Zabulón”, que significa “morada de Dios”, según la Biblia.
Hace tres años le apareció un tumor en los testículos. A partir de ello, comenzaron a salirle más en las piernas.
Se trata de linfomas, un tipo de enfermedades neoplásicas (tumorales) que afectan a los linfocitos, células que forman parte del sistema inmune.
Él y su esposa son originarios de la comunidad Almagres, municipio de Sayula de Alemán, localizada a unos 400 kilómetros de Xalapa, aproximadamente cuatro horas en vehículo.
El paciente era atendido anteriormente en Coatzacoalcos, pero después lo cambiaron al Centro Estatal de Cancerología (Cecan) Doctor Miguel Dorantes Mesa.
Viajan juntos a la capital de Veracruz cada 15 días, para que don Wenceslao reciba quimioterapias y radiaciones.
“A veces nos trae la ambulancia, a veces nos llevan porque vienen de allá de Sayula y a veces sí conseguimos boletos de autobús”.
El señor ha sido sometido a 12 quimios, pero su tratamiento fue ampliado a 16.
DEUDAS
Después de las consultas no tenían dónde pasar la noche. Supieron que Zabulón abría sus puertas a enfermos de cáncer y fueron recibidos.
El albergue está en la calle Pestalozzi número 44 de la colonia Aguacatal, a una cuadra del Cecan.
“Nos pasamos aquí una semana, diez o 12 días, según el tratamiento que le estén dando”, recuerda la señora de 72 años.
Al adulto mayor se le dificulta caminar. Un tumor del tamaño de una naranja crece en su empeine derecho y otros tres en diferentes partes de sus piernas.
Doña Florinda siempre se dedicó al campo junto con su marido. Sembraban maíz.
“Somos campesinos, pobres. Tenemos cuatro hijos, pero ya todos tienen su compromiso, nos apoyan”.
La mujer se ha visto en la necesidad de conseguir préstamos monetarios para pagar los traslados.
“Ahorita debo como 10 mil pesos que he gastado en los viajes, principalmente. Los estudios y el medicamento nos los están dando. El pasaje de Acayucan aquí son 514 pesos por loS dos, porque pagamos medio boleto (al ser adultos mayores)”.
A veces la gente apoya a su familia con donativos de 50 y 100 pesos, para la atención médica de su esposo.
Sus hijos también laboran en los cultivos. A veces buscan empleo como ayudantes de albañilería para apoyarlos.
“Mi marido tiene su terreno, lo tiene mi hijo el más chico, el que está ayudándolo también con la siembra. La vida para el pobre es difícil”, añade Florinda de Jesús Sánchez.
LA PROMESA
Al cuarto año de padecer cáncer cervicouterino, Emma Vicenta Ramírez García, originaria de Papantla, decidió crear un albergue para personas que como ella viajaban cientos de kilómetros al Centro Estatal de Cancerología (Cecan) Doctor Miguel Dorantes Mesa.
La enfermedad dañó sus pulmones. Prometió a Dios que si la ayudaba a sanar se solidarizaría con otros pacientes.
“Tengo cuatro años luchando con el cáncer y por eso mismo dije: vamos a ver qué podemos hacer y gracias a Dios, me está apoyando, estoy en mejoría y ayudar a las personas para que no sufran lo que yo sufrí”.
Doña Emma se enteró en enero de 2014 que tenía cáncer cervicouterino y que debía viajar frecuentemente a Xalapa para recibir quimioterapias y radiaciones.
Desde esa fecha, sus tres hijas e hijo la motivaron y ayudaron para recibir el tratamiento.
A sus 50 años sonríe al contar que sanó satisfactoriamente. Evita mencionar que venció al cáncer, pero se congratula al decir que encontró una vivienda cercana al hospital donde fue atendida.
“Ahorita, gracias a Dios, ya no padezco nada. No puedo decir que me curé porqué Dios tiene la última palabra, pero sí estoy en mejoría porque ya me hicieron pruebas en México y dijeron que no me veían nada”, relata.
Dejó de vivir en Papantla de Olarte como ama de casa en noviembre del 2017 y se instaló en la capital del estado, Xalapa, con su único hijo varón, quien la respalda totalmente solventando los gastos que genera la renta de la citada vivienda, convertida en apoyo para personas con cáncer.
“Yo lo viví, lo padecí y sé lo que se siente una quimio, sé lo que se siente estar viajando desde Papantla para acá, sin dormir y al otro día presentarse a análisis, a consulta y durmiendo en la sala de espera”.
“Sé todo eso, lo viví. Por eso mismo dije que si Diosito me ayudaba yo iba a hacer esto porque somos miles de personas con esta enfermedad y que no padezcan lo que yo, ese es mi sueño y mis ganas de tener el apoyo de la ciudadanía, de los medios de comunicación y del gobierno que ya se le metió varias solicitudes, porque sé que también nos van a apoyar”, agrega.
A casi un año de crear el albergue, las necesidades crecen, la atención solidaria corrió por los pasillos del CECAN llegando a recibir hasta 70 personas oriundas de Coatzacoalcos, Minatitlán, Cardel, Acayucan, Catemaco, Orizaba, Poza Rica, Papantla y estados cercanos como Oaxaca.
“Necesitamos apoyo de la ciudadanía porque dormimos en colchonetas, no tenemos medio para solventar a tanta persona. Aparte de Brayan (niño de 3 años) tenemos a la señora Engracia, a Wenceslao, a doña Angélica, y no tenemos para darles, pañales para adultos, toallas sanitarias, lo indispensable en un albergue para mantenerlo limpio y apoyar a personas de bajos recursos”.
Solo el DIF paga el transporte a pacientes para que tramiten oficios y validen su asistencia médica.
“Yo también lo viví, luego no tenía para regresarme a Papantla y nos quedábamos varios días aquí. Estuve aquí casi un año, a veces tenía que ir y venir y no tenía para el pasaje y es lo que estamos haciendo, que ojalá se puedan solidarizar para los pasajes porque vienen de Acayucan, de Coatzacoalcos, de Minatitlán, de diferentes lugares y sí es pasaje caro”.
REPUNTAN CASOS
Xalapa es el municipio donde se registran más casos de cáncer de mama. Y es que son atendidos más de 100 pacientes con esta enfermedad, misma que no se da solo en mujeres, también en hombres.
La jefa de la unidad funcional de cáncer de mama, Claudia Isabel López Saldaña, revela que la mayoría de los pacientes del Cecan llegan en etapas avanzadas.
“Son pacientes que llegan demasiado tarde. Una, porque la paciente llega con algún problema, no se le detecta a tiempo, muchas pacientes llegan con el tabú de que no permite que la revise un hombre o que le revisen sus senos, por eso muchas veces el cáncer tiene etapas totalmente avanzadas, demasiado grandes y es donde más trabajo nos cuenta llegar a tratar”.
Hay pacientes de todas las edades. En mujeres jóvenes la enfermedad es más agresiva.
“Todas las pacientes tienen el problema de sentir pena, de ir a revisarse, tenemos la paciente más chica de 26 años a pacientes grandes de 70 y 90 años”.
A la semana se atienden al menos 20 casos. Al año se reciben de 300 a 350 nuevos casos de pacientes, de los cuales, el 75% tienen cáncer de mama avanzado y el 50% fallece.
El Cecan cuenta con un programa de gastos catastróficos para aquellos pacientes que carecen de seguro médico.
“El paciente llega e inicia su protocolo, entran al programa de gastos catastróficos, porque que no tienen Issste, ni Seguro Social, con este programa donde no se les va a cobrar absolutamente nada”.
El programa cubre los gastos de todo el tratamiento.
“Tenemos los suficientes cirujanos para que realicen las cirugías, es por eso que las pacientes en menos de dos semanas reciben su tratamiento médico porque tenemos el número de personal adecuado que se va a encargar para aplicar las quimioterapias”.
El año pasado se contabilizaron 70 u 80 pacientes de Xalapa en el Cecan.
“Somos unos de los estados con mayor número de jurisdicciones, los más grandes son Martínez de la Torre, Coatzacoalcos y Xalapa”.
Latinoamérica tiene el mayor número de pacientes con cáncer de mama.
“El cáncer de mama se da más en países subdesarrollados, aún existe en países desarrollados, pero ellos lo detectan en etapas tempranas, precisamente por el seguro que ellos tienen, nosotros no tenemos una seguridad social bien adecuada, por lo tanto los pacientes se va a detectar en etapa mayor, avanzada, y por eso van a ser los primeros lugares a nivel Latinoamérica, África y la India”, agrega la oncóloga.