Recuerdan matanza de Tlatelolco

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-Jóvenes de la UV y normalistas piden justicia por hechos violentos

DE LA REDACCIÓN

Haciendo una enérgica exigencia a la Universidad Veracruzana (UV) para que se responsabilice ante los casos de violencia dentro de sus instalaciones y en las inmediaciones a éstas, referentes a violencia de género, acoso sexual, hostigamiento y violación de la autonomía universitaria por parte de organismos políticos, como cada año alumnos marcharon por las calles de Xalapa, recordando la Matanza de Tlatelolco.

Sin dar declaraciones, portaban una lona con un pliego en el que en primer término señalaron que se solidarizan con los compañeros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tras los hechos ocurridos el pasado 3 de septiembre en el CCH Atzcapotzalco.

Iniciaron el recorrido en la facultad de Economía y siguieron por las calles del primer cuadro de la ciudad hasta llegar a la Rectoría y posteriormente, a la plaza Lerdo.

En el pliego, pidieron que se apliquen las sanciones pertinentes a los involucrados en el caso que concierne al estudiante de la facultad de Derecho agredido el pasado 3 de septiembre, mismo que fue golpeado por supuestos porros en las inmediaciones de la zona universitaria de Xalapa.

SUFREN ACOSO, VIOLENCIA DE GÉNERO y HOSTIGAMIENTO 

Sin dejar pasar la oportunidad, demandaron justicia y esclarecimiento de los hechos ocurridos el 5 de junio de 2015, cuando varios estudiantes universitarios fueron brutalmente golpeados en un domicilio privado en la colonia represa del Carmen, también en Xalapa. 

Hicieron sendos reclamos, pidiendo que la Universidad Veracruzana entable diálogos con la comunidad estudiantil a fin de atender las medidas de seguridad necesarias para salvaguardar la integridad de sus estudiantes. 

De la misma forma, los jóvenes pidieron que se haga una revisión y corrección de la Ley Orgánica de la UV, de forma directa durante el proceso para la mejora de la misma, en lo que concierne a transparencia y rendición de cuentas

Solicitaron una democratización de los cargos de la universidad, designación del personal docente que sea suficiente y capacitado para la oferta académica, así como la eficacia en su aplicación.

No desaprovecharon la oportunidad para pedir también mejoras en infraestructura y mobiliario de sus instalaciones y atender las demandas que las distintas facultades tienen sobre la modificación de su plan de estudios.

Finalmente solicitaron la reducción de los salarios de altos funcionarios de la casa de estudios y el aumento de los presupuestos destinados a todas las facultades.

UNIVERSITARIOS HUYEN DE LA PRENSA POR MIEDO A REPRESIONES

“¡Esos son, esos son, los que chingan la nación!”, gritaron estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV), mientras señalaban hacia Palacio de Gobierno.

Los quejosos tapaban parte de sus rostros con un pañuelo por temor a ser identificados.

Entre los organizadores comentaban que la Asamblea Estudiantil acordó no dar declaraciones a los medios de comunicación y evitar ser fotografiados por temor a represalias.

“Les da miedo otro 5 de junio”, argumentaron algunos organizadores, quienes también solicitaron el anonimato.

Y es que el 5 de junio de 2015 ocho estudiantes de la UV fueron agredidos por un grupo de encapuchados con machetes, palos con clavos y bates de béisbol, en un domicilio particular.

Los universitarios lanzaban consignas contra el gobierno de Veracruz y la rectora de la UV, Sara Deifilia Ladrón de Guevara González, mientras marchaban en la ciudad, durante el 50 aniversario de la matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968.

“En el que no brinque es Yunes, el que no brinque es Duarte, el que no brinque es Sara”, se escuchaba.

Los estudiantes se habían concentrado a las 14:30 horas afuera de la Facultad de Economía, ubicada en la avenida Xalapa, casi esquina con Ávila Camacho.

Casi media hora después iniciaron el recorrido. Bajaron las calles Francisco Javier Clavijero, J. J. Herrera, donde se toparon con otro continente de la Facultad de Artes.

Caminaron sobre las calles Atletas y Venustiano Carranza hasta llegar a las oficinas de la Rectoría.

¡FUERA SARA DE LA UV!, EXIGEN

“¡Fuera Sara de la UV!”, exclamaron en varias ocasiones allí, afuera.

La lluvia empapó a los universitarios. Unos subieron las escaleras hasta el edificio donde tiene su oficina la Rectora. Otros se resguardaron en el techo del Estadio Xalapeño Heriberto Jara Corona.

El aguacero bajó su intensidad y los estudiantes reanudaron su marcha. También recorrieron las calles Salvador Díaz Mirón, Santos Degollado, Murillo Vidal, Zamora y Juan de la Luz Enríquez hasta llegar a Palacio de Gobierno.

“La policía y el Ejército matan a tus hijos”, se leía en sus pancartas.

Sobre la calle Enríquez, un alumno tomó el micrófono y leyó su pliego petitorio.

Los quejosos bloquearon la calle Enríquez durante un poco más de 30 minutos, mientras efectuaban su pronunciamiento correspondiente.

Los estudiantes concluyeron su protesta con un mitin en el Barrio de Xallitic.

500 NORMALISTAS EXIGEN JUSTICIA POR MATANZA DE TLATELOLCO

Cerca de 500 estudiantes, docentes y administrativos de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana (BENV) Enrique C. Rébsamen marcharon en la capital del estado para exigir justicia por los ejecutados en la masacre de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968.

Desde antes de las 9:00 de la mañana, los normalistas se concentraron en las instalaciones de la BENV, ubicadas sobre la avenida Xalapa.

Una hora después, iniciaron el recorrido rumbo al corazón de la ciudad.

Los protestantes recorrieron la avenida Xalapa. Se incorporaron a Ávila Camacho hasta llegar al Viaducto del parque Benito Juárez. Caminaron sobre las calles Ignacio Zaragoza, Primo Verdad y Juan de la Luz Enríquez hasta llegar a plaza Sebastián Lerdo de Tejada.

Frente a Palacio de Gobierno, Ronaldo Gadiel Tepox Barrientos, secretario general del Comité Ejecutivo Estudiantil Normalista, señaló que el Movimiento del 68 se ha debilitado año tras año y, por ello, es importante salir a las calles para evitar que la tragedia sea olvidada por la sociedad.

“Somos aproximadamente un contingente de 500 personas, incluyendo a docentes, no vinieron más porque muchos de nuestros compañeros normalistas están en jornada de práctica”.

El entrevistado indicó que la manifestación fue en silencio, toda vez que el objetivo era recordar lo sucedido hace 50 años.

“Año con año se ha ido apaciguando esta fecha que es muy importante no solo para normalistas y estudiantes, sino para todos los mexicanos”.

Tepox Barrientos recordó la represión ejercida por el expresidente Gustavo Díaz Ordaz contra estudiantes que exigían autonomía universitaria.

“Alzamos la voz y por eso hicimos el contingente en plaza Lerdo, frente a Palacio de Gobierno”.

El secretario general del Comité Ejecutivo Estudiantil Normalista indicó que la marcha fue una iniciativa meramente estudiantil y que ningún alumno fue obligado a participar en ella.

SOBREVIVIENTE CUENTA CÓMO CREDENCIAL LO LIBRÓ DE MATANZA 

Simón Valle tenía 17 años cuando se tragó su credencial estudiantil para sobrevivir a la matanza de Tlatelolco.

Aquel 2 de octubre de 1968, había huido de los elementos del Ejército Mexicano que, a su juicio, asesinaron a diez mil estudiantes.

Corrió de Tlatelolco por todo el Eje Central hasta llegar al Teatro Blanquita.

“En el teatro nos detuvieron los granaderos y nos subieron a la Julia, la Julia era una camioneta panel sin vidrios color azul, dijimos: ya valió madre, hasta aquí llegamos. Nos despedimos, cerraron la Julia y se estuvieron un rato. De repente, abrieron la puerta y un oficial nos dijo: bájense. Nos bajamos, unas patadas atrás y nos fuimos, cerraron la Julia y se fueron, yo corrí con mucha suerte y como yo hay pocos”.

Don Simón estudiaba en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Su grupo académico había decidido sumarse a los universitarios para defender la autonomía universitaria.

“Yo estuve en el lugar de la ejecución de Tlatelolco. Fui uno de los pocos que lograron escapar”.

En su salón eran 54 alumnos hasta el día primero de octubre; sin embargo, el 8 de febrero, cuando regresaron a clases, sólo eran cuatro.

Él también tuvo que salir de la Ciudad de México por la persecución que ejerció el Estado después de la matanza.

Simón Valle recuerda que se hizo una cruz de dos metros en el piso con los casquillos derramados por militares.

El señor llora porque sus amigos fueron asesinados a sangre fría.

Aunque las represiones le dan pánico, continúa exigiendo justicia por lo ocurrido hace 50 años.

Simón Valle es propietario de una empresa constructora. Cada vez que encuentra una calle con el nombre de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Fernando Gutiérrez Barrios, Luis Cueto y Raúl Mendiola escribe “asesino” en los letreros.

“Están haciendo un monumento en Veracruz para Gutiérrez Barrios, por qué mejor no traen los restos de Díaz Ordaz”, repudia con sarcasmo.

A su juicio, no debe haber monumentos ni calles que lleven el nombre de esos políticos.