Madres centroamericanas buscan en cárceles a sus hijos desaparecidos
-Las fotografías de 30 varones son expuestas para ver si alguien los identifica
Por Ana Alicia Osorio
Cientos de fotografías han viajado miles de kilómetros para ser expuestas una y otra vez en cualquier lugar que se les permita. Con ellas 30 mujeres centroamericanas esperan encontrar a sus seres queridos, pero también a los familiares de otras personas que no pudieron hacer la travesía por la ruta migratoria. Una cárcel fue el primer lugar donde este miércoles las mujeres desplegaron las imágenes, esperando obtener pistas de las personas que muestran. Algunas se vuelven más difíciles, pues por los años que tienen desaparecidas las personas sus rostros pudieron haber cambiado.
Las mujeres que estaban recluidas en el penal número 4 de Chiapas se levantaron lenta y temerosamente para ver las imágenes pero al final algunas fueron reconociendo a las personas cuyos rostros se asomaban desde los carteles enmicados.
“La vi por el parque central hace cuatro años”, “Ahora es china”, les dijeron sobre cinco de estas imágenes casi en un susurro que para las buscadoras se convirtieron en un hilo de esperanza. La siguiente parada fue una finca de plátanos donde los cerca de 60 trabajadores guatemaltecos y otros más mexicanos revisaron las fotografías, algunas de las cuales datan desde las guerras de Nicaragua o Guatemala, cuando las personas decidían salir en éxodo. Casi igual a lo que sucede actualmente.
El tiempo que tienen era un problema, por ejemplo para un joven que creyó haber visto a uno de ellos tan solo unos meses atrás pero sin cambio alguno a pesar de los 30 años que tiene de desaparecido.
El Parque Central de Tapachula fue el último sitio donde el primer día de búsqueda mostraron las imágenes y donde algunos curiosos observaron lentamente.
“Son los hijos de las madres de Centroamérica que han desaparecido en el país, se les está pidiendo solidaridad y el apoyo para localizarlos”, pidió una de las integrantes del Movimiento Migrante Mesoamericano al micrófono, que era ignorado por casi todas las personas.