Supera expectativas edición 20 de Cumbre Tajín
-Concluye el Festival de la Identidad.
Por Ximena Aguirre
-La identidad es una forma de identificarnos y distinguirnos. Y esta forma de identificarnos se observa en todos los lugares en donde andamos. Son estos referentes que permiten identificar quiénes somos y a dónde pertenecemos. Y para eso debemos tener claro qué es la cultura, porque desde los rasgos culturales se configura la identidad -expresó la Dra. Carolina Sánchez García, del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Sala Esperanza García Dionisio del Nicho de la UV, dentro del Parque Takilhsukut, durante la conferencia sobre la relación entre la cultura, la identidad y la lengua, en el marco del Festival Cumbre Tajín 2019.
De acuerdo con la doctora Carolina Sánchez, la cultura tiene que ver con nuestro lugar de origen y dónde crecemos. Aunque hay otros factores que influyen en nuestros rasgos culturales, tales como la migración, la economía, la política y nuestra relación con comunidades distintas a la nuestra.
-Hay una estrecha relación entre la cultura y la identidad. A partir de la cultura se van a definir referentes de pertenencia, y éstos son múltiples. Yo puedo pertenecer a una comunidad, a un género, a una familia, pero también me identifico por mi lengua. Pero la identidad se configura cuando interaccionamos con otros que son diferentes a nosotros. Y, justamente, en esa relación vemos que los otros son diferentes a nuestro grupo. Así es como se reafirma la identidad propia. Hasta ahora, la lengua persiste como el principal referente para identificar quiénes pertenecen a un grupo y quiénes no pertenecen a él.
Para finalizar, Carolina Sánchez abordó los procesos de deterioro y estigmatización de la identidad de los grupos hablantes de lenguas indígenas de México, y la pérdida de estas lenguas frente a los procesos de modernización que viven dichas comunidades.
Como en ediciones anteriores, el público del Festival de la Identidad podrá disfrutar, durante su visita, de éstas y otras actividades culturales, artísticas y lúdicas, en las que se demostrará nuevamente por qué Cumbre Tajín cumple 20 años como el festival cultural más trascendente de México.
Ven y vive las expresiones culturales del Totonacapan a través de talleres, conciertos, juegos, ceremonias rituales, exposiciones artísticas, danzas y músicas tradicionales, entre otros, que se llevan a cabo del 20 al 24 de marzo con el lema 20 años volando alto.
TAJÍN REFLEXIONA SOBRE LA RELACIÓN ENTRE IDENTIDAD CULTURAL Y LENGUA
-La identidad es una forma de identificarnos y distinguirnos. Y esta forma de identificarnos se observa en todos los lugares en donde andamos. Son estos referentes que permiten identificar quiénes somos y a dónde pertenecemos. Y para eso debemos tener claro qué es la cultura, porque desde los rasgos culturales se configura la identidad -expresó la Dra. Carolina Sánchez García, del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Sala Esperanza García Dionisio del Nicho de la uv, dentro del Parque Takilhsukut, durante la conferencia sobre la relación entre la cultura, la identidad y la lengua, en el marco del Festival Cumbre Tajín 2019.
De acuerdo con la doctora Carolina Sánchez, la cultura tiene que ver con nuestro lugar de origen y dónde crecemos. Aunque hay otros factores que influyen en nuestros rasgos culturales, tales como la migración, la economía, la política y nuestra relación con comunidades distintas a la nuestra.
-Hay una estrecha relación entre la cultura y la identidad. A partir de la cultura se van a definir referentes de pertenencia, y éstos son múltiples. Yo puedo pertenecer a una comunidad, a un género, a una familia, pero también me identifico por mi lengua. Pero la identidad se configura cuando interaccionamos con otros que son diferentes a nosotros. Y, justamente, en esa relación vemos que los otros son diferentes a nuestro grupo. Así es como se reafirma la identidad propia. Hasta ahora, la lengua persiste como el principal referente para identificar quiénes pertenecen a un grupo y quiénes no pertenecen a él.
Para finalizar, Carolina Sánchez abordó los procesos de deterioro y estigmatización de la identidad de los grupos hablantes de lenguas indígenas de México, y la pérdida de estas lenguas frente a los procesos de modernización que viven dichas comunidades.
Como en ediciones anteriores, el público del Festival de la Identidad podrá disfrutar, durante su visita, de éstas y otras actividades culturales, artísticas y lúdicas, en las que se demostrará nuevamente por qué Cumbre Tajín cumple 20 años como el festival cultural más trascendente de México.
Ven y vive las expresiones culturales del Totonacapan a través de talleres, conciertos, juegos, ceremonias rituales, exposiciones artísticas, danzas y músicas tradicionales, entre otros, que se llevan a cabo del 20 al 24 de marzo con el lema 20 años volando alto.
EL CANTO TOTONACO ANIMA A LOS VISITANTES
-Es el primer año que instrumentamos el concierto de Niños Cantores de la Palabra Florida. Todo el año, los niños vienen a aprender el idioma totonaco durante los días sábados. Yo tengo tres o cuatro maestros que me ayudan a reconstruir y revitalizar el idioma. Y, entonces, lo pensamos, ¿por qué no hacer que los niños se aprendan unos cantitos? De hecho, los cantos en totonaco son parte del aprendizaje del idioma. No sólo es pronunciar, escribir o copiar palabras. El canto lleva a los niños a aprenderse palabras. Desde el título de los cantitos, ya eso indica mucho. Uno de los cantos que presentaron es Kpaxawama, que quiere decir “estoy contento”. Entonces, esos cantitos, como son cortitos, pues, se los aprenden -comenta Epifanio Hernández García, coordinador de la Casa de la Palabra Florida, de 67 años de edad y de la comunidad de El Tajín, en entrevista antes de comenzar el concierto que se presentó dentro de la Casa de la Palabra Florida, como parte de las actividades de Cumbre Tajín en el Parque Takilhsukut, ubicado en Papantla, Veracruz.
El repertorio que cantaron los alumnos de la Casa de la Palabra Florida se tomó de un cancionero Totonaca elaborado por los maestros de dicha Casa/Escuela, que contiene música tradicional del Totonacapan en lengua totonaca y traducida al español.
-Yo sé poquito totonaca. A parte de mi clase en la Casa de la Música, aprendo totonaca en la Casa de la Palabra Florida. Me gusta porque las tradiciones de nuestra región son muy bonitas. También me gusta aprender más sobre ellas. Me sentí un poco nerviosa en el concierto, pero me sentí bien -dice Larisa Hernández Aguilar, después de cantar. Larisa tiene 13 años de edad y sus compañeros van de los 7 a los 15 años de edad.
A lo largo del año, en la Casa de la Palabra Florida, que forma parte del Centro de las Artes Indígenas (cai), los maestros tradicionales enseñan la lengua Totonaca a niños, jóvenes y adultos de las comunidades de la región del Totonacapan para contribuir a la salvaguardia de su identidad cultural.
Por su labor de preservación y enseñanza de las artes de tradición Totonaca, el cai forma parte de la Lista Mundial de Mejores Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco).
En el Festival Cumbre Tajín, que celebra su vigésimo aniversario con el lema 20 años volando alto, el público puede vivir ésta y otras experiencias artísticas en las distintas áreas del Parque Takilhsukut.
Asiste al Festival de la Identidad, que inició el día 20 de marzo y concluye el día 24, y disfruta de cientos de actividades culturales y recreativas, tales como talleres, juegos, sanaciones, ceremonias rituales, conferencias, conciertos, exposiciones, demostraciones, recorridos, entre otras.
MÚSICOS LATINOAMERICANOS DIALOGAN SOBRE LA SALVAGUARDIA DE LA MÚSICA TRADICIONAL
-La música se resiste por varias razones: puede ser por la muerte de un músico, cuando me resisto a tocar con otro integrante; si mi música vieja ya no es apreciada por la mayoría, yo resisto; si por alguna razón se va un grupo musical de muchachos de mi comunidad y regresa hablando raro, yo resisto. La resistencia es una actitud de no ceder, de no entregar lo único que nos queda, o parte de los saberes. Eso es la música en resistencia, una música que no cede -reflexiona Román Güemes, etnomusicólogo de la Universidad Veracruzana, con respecto a por qué resiste la música tradicional, durante el cuarto día del Conversatorio de Músicos y Danzantes del Totonacapan.
En el marco del Festival Cumbre Tajín, durante el conversatorio titulado Música en resistencia, también participaron músicos tradicionales de Latinoamérica en el diálogo en torno a la importancia de sostener las diversas expresiones de música tradicional.
De Paraguay, Sara Raquel Benítez, quien acompañó al Abuelo Eliodoro Villasanti, músico tradicional paraguayo del Consejo de Ancianos Mbya Guaraní, expresó:
-Para nuestro pueblo, la música y el canto no tendrían sentido si no fueran para comunicarnos con los espíritus y las deidades. A lo mejor esto sale un poco del libreto de lo que es un conversatorio, pero para nosotros la música no se habla con palabras, la música se habla con música. Y ellos no son músicos, son guardianes de la música sagrada.
-Para nosotros la música es medicina -continuó Sara Benítez-, nosotros curamos con la música. La música recuerda en la memoria para qué está el cuerpo. La música es memoria y es defensa de territorio, es resistencia. Si nosotros ya no hiciéramos esta música, se nos acabarían los bambúes. Si el Abuelo ya no hiciera la música con su guitarra se acabarían los árboles, con los cuales se elaboran los instrumentos. Además, con la música defendemos nuestros territorios.
Para Bulmaro Pérez López, músico tradicional de Zozocolco de Hidalgo, Veracruz, la clave de la salvaguardia de la música tradicional está en la enseñanza:
-Hay que hacer a un lado la resistencia. Nos va a ayudar mucho si compartimos nuestra música, si la enseñamos. Hay que enseñarles a todos. Porque a lo mejor de los diez que vas a buscar, sólo uno va a aprender. Yo creo que la mejor herramienta que podemos dar es enseñar los primeros pasos, las ideas. Lo importante es enseñar todo el tiempo. Esa es la clave para que la música que nosotros sabemos no se resista. Nuestra música tiene que perdurar, porque la música es nuestra. ¡Enseñemos esta música tradicional!
Alejandro Ramírez Raymundo, líder comunitario Tlahuica -después de tocar el teponaxtle-, comentó que las raíces de la música no están perdidas. Aunque han cortado las ramas y el tronco, no han cortado sus raíces, pues los miembros de las comunidades en donde surge esa música siguen vivos.
Por último, Ernesto Márquez García, periodista de La Jornada, concluyó el conversatorio con la siguiente reflexión:
-La música ha estado ahí, no en resistencia, sino en un estado latente. Somos una enorme potencia musical que no está en resistencia, nuestras expresiones musicales son expresiones vivas. El que no sea difundida por la radio o la televisión no quiere decir que estén muertas, quiere decir que son ignoradas, pero por esos medios. La gente sigue consumiendo su música.
Asiste y vive el Festival Cumbre Tajín, que celebra 20 años volando alto, del 20 al 24 de marzo, en el cual podrás seguir disfrutando de miles de actividades, tales como talleres, juegos, sanaciones, ceremonias rituales, danzas tradicionales, presentaciones editoriales, recorridos, conciertos y conferencias.
BRILLA LA CEREMONIA RITUAL DE VOLADORES EN EL FESTIVAL CUMBRE TAJÍN
-Yo aprendí a ser volador aquí, en el Centro de las Artes Indígenas, a los 9 años, donde me enseñaron los rituales, los pasos del Vuelo, la vestimenta y la lengua totonaca. Mi papá y abuelo eran voladores y ojalá más jóvenes lo aprendieran para que no se pierda la tradición de los totonacas y su lengua. Llevo como cinco años participando en el Festival Cumbre Tajín y la gente se acerca a decirnos que gracias a nosotros aprenden sobre la cultura del Totonacapan y sobre la Ceremonia -dice Gabriel San Martín Villanueva, originario de Ojital Viejo, Papantla.
Con 16 años de edad, Gabriel San Martín estudia la preparatoria y está orgulloso de ser practicante de la Ceremonia Ritual de Voladores, que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, reconocimiento otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco) en 2009.
Además, en 2012, el Centro de las Artes Indígenas (cai) -institución educativa que cuenta con 16 Casas-Escuela para la salvaguardia de las artes de la tradición totonaca- fue incluida en la Lista de Mejores Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En el marco del vigésimo aniversario de Cumbre Tajín 2019, la Ceremonia Ritual de Voladores asombra a los visitantes con los vuelos de niños y adultos. En palabras de Cruz Ramírez Vega, coordinador de la Escuela de Niños Voladores del cai:
-Este es un patrimonio reconocido internacionalmente, lo cual nos ha abierto la puerta y el buen camino para que ya no se considere como un espectáculo sino como un ritual. Con esto demostramos los valores y los principios que tiene la cultura totonaca.
En cuanto a la metodología de la Escuela de Niños Voladores, señala:
-Aquí les enseñamos la disciplina y la lengua Totonaca. También les enseñamos el significado de la Ceremonia Ritual de Voladores, los movimientos, el simbolismo, la vestimenta y todo lo que nos dejaron los abuelos del pasado.
Este florecimiento de la práctica cultural se incentiva también mediante la apertura de espacios idóneos para el trabajo de los maestros tradicionales, como dice Ramírez Vega:
Hay cinco escuelas que son apoyadas por el cai: hay una en el Parque Takilhsukut, otra en Ojital, en San Lorenzo Tajín, en Zapotal Santa Cruz y en Arenal, Espinal, en Veracruz. En total tenemos más de 250 alumnos cuyas edades abarcan de 5 a 17 años. Lo importante de los niños y jóvenes que se acercan es que tengan el don porque les podrá gustar, pero no todos tienen el don, no tienen ese valor.
Por su parte, Eduardo de León Juárez tiene 25 años y es uno de los Voladores adultos de la organización Libres de la Costa que forma parte de la Ceremonia desde hace tiempo. Originario de Zapotal Santa Cruz, además de practicar el vuelo es danzante de Guaguas:
-En esta ocasión, al terminar el ritual de Voladores se practica la danza de Guaguas para agradecer que todo salió bien y que volaron bien nuestros compañeros. Es un complemento a la Ceremonia Ritual de Voladores en la Plaza del Volador.
Respecto a su historia personal comparte:
-Tengo más de diez años como Volador porque sí tengo el don. Tuve miedo al principio, pero después de tres o cuatro vuelos me gustó más.
Para Ricardo García Tolentino de Plan de Palmar, Papantla, Veracruz, presenciar la Ceremonia Ritual de Voladores es un descubrimiento:
-Es cultura y es sorpresa, porque aunque ya la había visto antes no había estado tan cerca. Tengo 14 años y aunque no sé nada de las artes Totonacas sí me gustaría aprender la danza o la lengua totonaca. Es la primera vez que vengo al Festival Cumbre Tajín y espero aprender mucho.
Finalmente, Cruz Ramírez considera que los 20 años volando alto del Festival Cumbre Tajín es una oportunidad para acercarse a la gente y transmitir el significado de la Ceremonia Ritual de Voladores y de otras artes Totonacas.