Se pierden juguetes tradicionales
Por Juan David Castilla Arcos
Clemencia Jiménez Ravelo nació en una familia dedicada a la fabricación y comercialización de juguetes artesanales.
Tiene 21 años y este 2019 le tocó estar a cargo de uno de los dos o tres únicos puestos montados en la Feria del Juguete, misma que se realiza año tras año en el Centro Deportivo Ferrocarrilero.
Durante más de diez años ha laborado en dicho lugar. Su familia es especialista en la elaboración de juguetes de madera.
Tienen su pequeña fábrica en el estado de Puebla y el Día de los Santos Reyes Magos es la temporada más fuerte para su negocio.
Viajan aproximadamente cinco horas para ofertar su mercancía en esta ciudad capital.
Cada año, desde diciembre, instalan su puesto en la feria del juguete.
El negocio es colorido. Lucen los yoyos, trompos, camiones, guitarras, sonajas, carros, aviones, juegos de sala, cocinas y demás artículos.
“Nosotros lo hacemos prácticamente, durante todo el año estamos trabajando para poder venir acá en esta feria”.
JUGUETES CHINOS DESPLAZAN LO TRADICIONAL
Clemencia cree que sus ganancias se han visto afectadas por la gran venta de juguetes chinos en el mercado.
Los juguetes electrónicos: las tabletas, los celulares, los videojuegos y demás juguetes son los más demandados por las nuevas generaciones.
“Con el avance de la tecnología los niños han tenido mayor acceso a lo que es el internet, lo que conocen son los videojuegos”.
Lo anterior ha originado que algunos artesanos del estado vecino abandonen su actividad.
“La innovación de los juguetes ha ido creciendo bastante, nuestros compañeros comerciantes ven que las ventas han bajado, dejan de fabricar y seguir vendiéndolo”.
La joven continúa vendiendo entre 15 y 18 juguetes al día en la feria mencionada.
“Los precios son baratos y accesibles para la gente. Por ejemplo, un yoyo te cuesta 30 pesos”.
Los juguetes van de los 20 a los 380 pesos, dependiendo de su tamaño y la complejidad de elaboración.
CRISIS ECONÓMICA
Aunque dice que su actividad se ha complicado por la crisis económica, Clemencia asegura que continuará en el negocio familiar para garantizar que no se pierda la tradición.
Muchos padres de familia han presentado dificultades para comprar lo solicitado por cada menor en sus cartas correspondientes.
Por ello, han resultado las ganancias en las casas de empeño, ubicadas en esta capital veracruzana.
En la Fundación Dondé, ha sido notorio un incremento del 20% en sus ganancias durante la época decembrina.
De acuerdo con Laura Suárez Ortiz, gerente de la sucursal Xalapa-Centro de la Fundación Dondé, dicha situación es frecuente por los festejos.
“Se incrementa un 20% de que se eleva el monto de empeño. La gente está viniendo”.
La entrevistada también mencionó que se ha incrementado un 40% el número de personas que recuperan sus prendas.
“Si no se llevan su prenda porque les faltó un poco (de dinero), abonan a capital y eso es muy bueno porque reactivan su economía”.
Además, detalló que quienes han acudido con mayor frecuencia a empeñar sus prendas han sido pequeños y medianos empresarios, padres de familia y estudiantes.
“Hace muchos años me atrevería a decir que eran amas de casa (las que más empeñaban), ahorita desde Pymes, estudiantes, ahora ya vienen los señores, antes parecía que era que hacían las mujeres, ahora ya hay igualdad, ya vienen los caballeros también”.
Los padres de familia han empeñado su vehículo, los estudiantes sus computadoras y los empresarios sus oficinas, departamentos y su parque vehicular.
GENTE COMPRA LO MÁS BARATO
La población xalapeña consideró en un sondeo que la gente prefiere comprar juguetes provenientes de china, debido a que son más baratos.
La ciudadanía opinó que los juguetes tradicionales elaborados por artesanos mexicanos son menos demandados por las nuevas generaciones.
La mayoría de las personas consideró que deben rescatarse las artesanías mexicanas, mediante la compra de juguetes que son elaborados en este país.
Por ello, pidió a la población que durante esta temporada dé obsequios que hayan sido fabricados en México.
Y es que de esa manera sería posible promover y apoyar la economía local y conservar las tradiciones.