Con comida a domicilio, mujer sale adelante de la crisis
-Prepara y vende comida a domicilio; su esposo se quedó sin trabajo
Por Verónica Huerta
El aislamiento en casa como medida de protección del coronavirus se ha convertido en un área de oportunidades para emprendedores como Elisa Nolasco Lucas, que prepara comida en su casa y la vende a vecinos, debido a que su esposo se quedó sin empleo. Fueron sus amistades y vecinos quienes la alentaron a preparar comida, porque reconocen el sazón que tiene Elisa al preparar mole, barbacoa, chiles rellenos, pozole, pancita de res, tamales, lasagna, pastel de carne, pizzas, y postres como pays, gelatinas, pan de elote, crepas, y chesse cake.
Egresada de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, y dedicada a trabajar desde su casa, Elisa se sintió angustiada porque su esposo dejó de tener clientes en el taller de laminación.
Desde los primeros días de marzo cuando se dieron a conocer los casos del coronavirus en México y luego las autoridades de la Secretaría de Salud federal ordenaron el aislamiento voluntario de la fase 2, Elisa creyó que se quedaría sin comensales, porque vende a personas que trabajan en áreas de gobierno, y los enviaron a descansar a sus casas. Explicó que empezó a ofrecer comida a unos vecinos, y primero vendía seis u ocho menús a diario, pero poco a poco fueron recomendando su comida y ahora el negocio creció al doble.
“Empecé el negocio en casa, porque aunque estudié una licenciatura, no puedo salir a trabajar fuera para no dejar a mis hijos solos. Yo cocino todo y mis hijos me ayudan a repartir la comida a las casas, a las personas les ha gustado porque aparte de que está rico, no usamos unicel, son trastes que los mismos clientes nos regresan”, indicó.
Afirma que se ha dedicado a aprender más recetas, a variar el menú, y se ha esforzado para que los alimentos se cocinen con higiene, para cuidar a los clientes y a sus hijos e hija, que comen lo mismo.
“Cocino todos los días, de lunes a domingo, para las 12:30 horas ya tengo el menú, y hasta que se termine. A veces a las 14:00 horas ya no hay. Y los fines de semana hago mixiotes, barbacoa de res, de pollo, pozole, menudo, chileatole, lo que la gente nos pida”, expuso la mujer de 35 años y madre de dos niños y una niña.
Otro plus que ha funcionado en el negocio es que entrega la comida en contenedores de plástico, y no usa recipientes desechables, para evitar contaminar el medio ambiente con el unicel y plástico.
Para este lunes Elisa Nolasco preparó sopa de pasta con verduras, arroz blanco con chicharos, pollo a la mostaza o enmoladas con pollo, tortillas, postre y agua de frutas, y cada menú tiene un costo de 40 pesos. “La gente que me conoce, que ha probado lo que guisamos nos recomienda, afortunadamente, vamos bien, y estamos muy agradecidos con los clientes porque nos siguen comprando, aunque tuve miedo que ya no nos compraran por la contingencia del coronavirus, pero sí, gracias a Dios si nos compran” afirmó.
Este martes, Elisa guisó crema de calabacitas, arroz a la jardinera, entomatado de res o chilaquiles verdes con pollo, agua de frutas, tortillas y postre.
Si alguien desea comida, puede llamar al número de teléfono celular 2281082394. “Creemos que a la gente le gusta porque todos los días incluimos verduras, proteínas, carbohidratos, agua fresca, eso nos ha hecho crecer, ser de la preferencia de más familias, nuestros alimentos los consumen niños y abuelitos, y este negocio es de familia, vendemos a domicilio, y es lo que nos está ayudando porque mi esposo tiene menos trabajo” expuso.