Avanza el box alamense
Heriberto Hernández Sosa se encuentra muy orgulloso de sus pupilos, porque aseguró que le han dado muchas satisfacciones y muestra la treintena de medallas, algunas de primeros lugares en torneos estatales y nacionales. Dijo que originalmente practicaron el deporte bajo los árboles y con costales de aserrín. Afirmó que tenían lo cuatro pares de guantes que se tenían que remendar muchas veces, hasta que apareciera un gentil patrocinador que nos diera para comprar otros.
El entrenador, quien también fue boxeador en su juventud, relata anécdotas que dan cuenta de los enormes trabajos que se han realizado por falta de patrocinio. Comentó que algunas veces, en torneos regionales, solo había apoyo para los boxeadores y él como entrenador pagaba su pasaje de su propio dinero, entraba de contrabando al hotel y sus pupilos le guardaban parte de la comida que a ellos les tocaba.
Confesó que es un entrenador enérgico y sus boxeadores saben que no tolera la indisciplina. Dijo que eso ha valido de mucho, dado que nos encontramos en desigualdad de circunstancias frente a púgiles de otros lugares donde existen instalaciones y equipo para el entrenamiento.
“Afirmó que cuando no se tienen las condiciones económicas se tiene que trabajar más arduamente y mis muchachos lo saben, porque le echan muchas ganas”, dijo muy orgulloso el entrenador, que se gana la vida en un taller de soldadura eléctrica y que le roba tiempo al tiempo para dirigir a sus pupilos que lo ven con respeto.