RIF no logra su propósito

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COATZINTLA

Para Pedro Rivera Guerrero, presidente de la Academia Mexicana de Derecho Fiscal, el Gobierno federal y su Régimen de Incorporación Fiscal (RIF)  fracasaron en el arranque porque no se ha logrado inscribir al fisco del estado a los comerciantes informales del país.

Dijo que la reforma en la materia tenía como objetivo adherir a los informales -que en el país alcanzan los 25 millones de individuos- y lo único que consiguió fue apretar más a los micro comerciantes incorporados al desaparecido Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos).

“Originalmente, la reforma fiscal iba encaminada a los informales”, apunta. “Cambian los Repecos al RIF y no sucede nada, solo entran los que ya estaban y de los informales ninguno respondió y tan no hubo respuesta que hace escaso un mes se emitió un decreto presidencial en el que a los informales -si se adhieren al RIF- les ofrecen diez años de exención de impuesto sobre la renta, créditos blandos para infraestructura de sus negocios, créditos para vivienda y seguridad social”.

 

Desde su punto de vista, el fracaso inicial está ligado íntimamente a la pésima cultura fiscal mexicana y a la desconfianza que los mismos políticos generan en los contribuyentes, con funcionarios públicos que se enriquecen de la noche a la mañana.

Consideró negativa la exención de impuestos porque el artículo 31 de nuestra Constitución dice claramente que contribuir es obligación de todos los mexicanos.

 

Finalmente, dijo que del 31 de agosto al siete de septiembre se realizó en Perú las vigesimoséptimas Jornadas Latinoamericanas de Derecho Tributario, organizadas por el Instituto Latinoamericano de Derecho Tributario, al que asistieron fiscalistas de todos los países de Centro y Sudamérica, así como también de Italia, España, Francia y Portugal.