Bombardeo de Rusia y Asad sobre hospitales deja más de 50 muertos

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Cuatro hospitales fueron ayer blanco de bombardeos en el norte de Siria con el resultado de más de medio centenar de muertos, aunque la cifra exacta de víctimas es confusa por el nivel de destrucción. Médicos Sin Fronteras y organizaciones opositoras al régimen de Damasco culparon de la matanza al régimen de Bachar al Asad y a su aliado de guerra Rusia.

El coordinador general de Médicos Sin Fronteras en Siria, Massimiliano Rebaudengo, informó que su hospital en la localidad de Maarat al Nuaman quedó “totalmente destruido” y que al menos siete personas fallecieron y otras ocho están desaparecidas, aunque “presumiblemente muertas”, a causa del bombardeo.

Los fallecidos son cinco pacientes, un cuidador y un guardia del centro sanitario, que recibió dos impactos en el intervalo de unos minutos, en los que el centro fue alcanzado por cuatro misiles.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos apuntó que hay informaciones de que otro tres hospitales, ninguno de ellos apoyado por MSF, fueron objetivo entre anoche y esta mañana de ataques similares en las provincias de Idleb, con el resultado de 14 muertos, entre ellos dos menores y tres enfermeros, y en Azaz, limítrofe con Turquía, con al menos 10 civiles muertos, entre ellos tres menores y una mujer embarazada.

“Impactado”. El director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, reconoció estar “impactado” por las noticias de ataques contra cuatro instalaciones médicas en Siria, dos de ellas apoyadas por la agencia de la ONU.

“Una de ellas es un hospital infantil y de maternidad, donde se ha informado de la muerte de menores y de decenas de evacuados”, denunció Lake en un comunicado.
“Ataque deliberado”. “La destrucción de la instalación respaldada por MSF parece que ha sido un ataque deliberado contra las infraestructuras sanitarias”, denunció el dirigente de MSF. Amnistía Internacional también apuntó a la autoría de Rusia y se quejó de que los bombardeos de ayer son los últimos de una serie de “ataques aparentemente deliberados contra hospitales, clínicas y personal médico”, lo que, recordó, supone una violación flagrante de la ley internacional humanitaria.

“Las fuerzas rusas y sirias saben muy bien que los ataques intencionados contra instalaciones médicas son crímenes de guerra. Todas las partes del conflicto deben cesar estos horribles ataques”, instó el subdirector del Programa de Oriente Medio y Norte de África de AI, Said Boumedouha.

Violación. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó con dureza el ataque y advirtió de graves consecuencias para el frágil sistema médico en Siria.

Por medio de uno de sus portavoces, Farhan Haq, Ban dijo estar “profundamente preocupado” por los informes sobre estos ataques, que calificó como una “descarada violación de las leyes internacionales”.