Dilma vacía su despacho la víspera de que el Senado vote su expulsión

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AGENCIA

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, retiró sus fotografías personales y vació las estanterías de su despacho, situado en el tercer piso del Palacio de Planalto, en una señal de que podría haberse resignado a perder su cargo en la votación que celebrará hoy en el Senado.

Aunque los abogados del Gobierno pidieron al Supremo Tribunal Federal (STF) que detenga la votación en el Senado, que el oficialismo da por perdida, un asesor dijo que Rousseff espera recibir mañana jueves la notificación oficial de su suspensión del cargo de jefa de Estado, por violar las leyes presupuestarias del país. La mandataria niega haber cometido irregularidades y acusa a sus enemigos políticos, muchos de ellos aliados hasta hace poco tiempo, de haber conjurado para dar un golpe de Estado en su contra.

Sesión histórica

La sesión especial del Senado, que se espera apruebe el inicio de un juicio político contra la presidenta izquierdista, podría prolongarse hasta bien entrada la noche del miércoles. Cada uno de los 81 senadores tendrá derecho a ejercer la palabra durante diez minutos, aunque en la oposición hay parlamentarios dispuestos a renunciar a ese tiempo a fin de acelerar el trámite. 

Para que el juicio político sea instaurado, los partidarios del “impeachment” precisan una mayoría simple de 41 votos entre los 81 senadores. Sin embargo, la intención de la oposición es rebañar votos hasta último momento para llegar a 54, equivalentes a la mayoría calificada de dos tercios que, una vez que concluya el juicio, será necesaria para que Rousseff sea finalmente destituida.