Talibanes afganos eligen nuevo líder y matan a 11 en atentado

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-El nuevo dirigente es el mulá Haibatulá Akhundzada, de línea dura, quien reemplaza al abatido mulá Akhtar Mansur

AGENCIA

Los talibanes afganos confirmaron el miércoles que su anterior líder, el mulá Akhtar Mansur, fue asesinado por un dron de Estados Unidos en un ataque la semana pasada y nombraron sucesor a un erudito conocido por sus opiniones extremistas y que es poco probable que regrese al proceso de paz con Kabul.

El grupo reivindicó el atentado.

El anuncio coincidió con un nuevo ataque violento en el país. Un suicida se inmoló junto a un minibús que trasladaba a funcionarios judiciales en la capital afgana, matando a al menos 11 personas, dijo un funcionario. 

El nuevo líder de los insurgentes es el mulá Haibatulá Akhundzada, uno de los dos lugartenientes de Mansur, anunció el grupo en un comunicado enviado a medios de comunicación.

Fue elegido en una reunión de líderes talibanes, que se cree tuvo lugar en Pakistán, pero no se proporcionaron más detalles.

Mansur fue asesinado el sábado en Pakistán cuando el auto en que viajaba fue alcanzado por un dron de Estados Unidos, en la que sería la primera muerte de este tipo de un líder talibán en territorio paquistaní.

Kabul y Occidente acusan a las autoridades paquistaníes de acoger y apoyar a algunos líderes talibanes, algo que Islamabad niega.

Los insurgentes combaten para derrocar al gobierno de Kabul desde 2001, cuando su régimen islamista fue derrocado por una invasión estadunidense.

Estados Unidos y el gobierno afgano sostenían que Mansur era un obstáculo en el proceso de paz, que quedó en suspenso cuando se negó a participar en conversaciones a principios de este año. En su lugar intensificó la guerra en Afganistán, que está en su 15to año.

Oficialmente, Mansur tomó el mando de los talibanes el pasado verano, cuando se hizo pública la muerte del fundador del movimiento, el mulá Mohammad Omar. Pero se cree que lideró el grupo en nombre de Omar durante más de dos años. La revelación del deceso de Omar y el engaño de Mansur generó una amplia desconfianza y algunos de los dirigentes de más peso formaron sus propias facciones.

Algunos de estos nuevos líderes lucharon contra los hombres de Mansur por el control del territorio, especialmente en su feudo del sur del país, una región productora de opio. 

Altos cargos de los talibanes han manifestado que la muerte de Mansur podría fortalecer el movimiento, ya que la suya era una figura divisiva. Se esperaba que la identidad de su sucesor ofreciera una pista de la dirección que tomará la insurgencia, si hacia la paz o la guerra.