Se debe acompañar a transexuales como les acompañaría Jesús: Papa

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-La teoría de género es «colonización ideológica», sentencia en el avión de regreso a Roma. Habla sobre el transexual español Diego Neira, a quien recibió en audiencia

AGENCIA

Visiblemente exhausto al cabo de tres días de viaje por Georgia y Azerbaiyán, el Papa Francisco ha manifestado en el vuelo de regreso a Roma que a las personas homosexuales y transexuales «se pueden y se deben acompañar espiritualmente como lo haría Jesús».

En su conferencia de prensa, el Santo Padre afirmó que «Jesús no les diría: "tú márchate porque eres homosexual"». Francisco recordó que en su etapa de sacerdote y obispo había acompañado espiritualmente a personas con tendencias homosexuales y que había conocido mejor los problemas de los transexuales a raíz de la carta que le escribió un ciudadano español -Diego Neira, autor de un libro sobre su propia experiencia, «El despiste de Dios. Cuadernos de viaje de un hombre que nació mujer»- que tuvo la suerte de ser entendido y acompañado por su obispo, «¡un excelente obispo!».

El Papa relató la cadena de circunstancias que le llevaron a recibirlo en su residencia de Casa Santa Marta en el Vaticano, junto con su esposa, y cómo pudo conocer mejor las dificultades que supone sentirse varón durante muchos años en el cuerpo de una niña o de una muchacha hasta la operación de cambio de sexo.

Reveló también el modo en que esa persona fue maltratada por un sacerdote joven en contraste con el trato humano y evangélico de un sacerdote mayor.

Al mismo tiempo, el Papa dejó claro que una cosa son los complicados fenómenos hormonales y otra muy distinta promover sutilmente el cambio de sexo en los libros de la escuela. Por ese motivo, a la «teoría del género», que promueve esos cambios, «yo la llamo colonización ideológica».

Consciente de que el tema era delicado, Francisco advirtió a los periodistas: «No digáis que el Papa canoniza a los transexuales. Quiero ser claro. Es un problema moral. Se deben tratar con la misericordia de Dios y con corazón abierto».