Crisis de Venezuela, una batalla diplomática

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-Ni el gobierno ni la oposición confían en el diálogo que impulsa la comunidad internacional, incapaz hasta ahora de articular soluciones concretas

AGENCIA

"Hugo Chávez cada día está más orgulloso del pueblo venezolano, de las mujeres y de los hombres, de los trabajadores y trabajadoras, de los soldados y de las soldadas." Diosdado Cabello, jefe militar de la revolución, no duda en apelar a razones metafísicas en medio de la mayor crisis económica, social y política que se recuerde en Venezuela. Como si supiera que los asuntos terrenales no tienen solución.

En el laberinto venezolano prevalecen la oscuridad y la total incertidumbre, una situación que no es exclusiva del país sudamericano: naciones aliadas, críticas y preocupadas, tanto en el continente como en Europa, han sido incapaces hasta ahora de articular resoluciones más allá que las llamadas al diálogo. Un diálogo en el que oficialismo y oposición realmente no creen, pero que ambos necesitan para negociar salidas muy distintas.

"La crisis en Venezuela va a una velocidad y la respuesta internacional a otra, mucho más lenta. Será difícil presenciar medidas efectivas antes de que haya muertos en el país, que es el camino que hoy se vislumbra." Así de contundente resumió la situación el venezolano Mariano de Alba, especialista en Relaciones Internacionales a LA NACION.