Hielo en la Antártida a niveles históricamente bajos 

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-El área que se ha deshecho es de casi 160 mil kilómetros (al equivalente al estado de Florida, EU)

AGENCIA

Desde hace 38 años se mantiene un registro de los niveles de hielo marino en la Antártida. El último registro no es nada de lo que debamos sentirnos orgullosos, sino por el contrario, es motivo de preocupación, ya que los niveles han alcanzado un mínimo histórico.

De acuerdo con el Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo, los niveles de hielo marino observados a finales de febrero de 2017 -una época del año en que el hielo en la Antártida está en su mínimo anual- no tienen precedentes.

El centro midió el área del océano cubierta por el hielo del mar y encontró que únicamente hay 2.13 millones de kilómetros cuadrados de hielo flotante alrededor de la Antártida.

¿QUÉ TAN MAL ESTAMOS?

Los datos que reporta el centro, y que recoge The Washington Post, no deben considerarse definitivos porque todavía podría haber ajustes. Sin embargo, el nuevo nivel registrado de hielo marino antártico, 2.13 millones de kilómetros cuadrados, es mucho menor que el mínimo anterior de 2.29 millones de kilómetros cuadrados registrado el 27 de febrero de 1997. La diferencia de 159 mil kilómetros cuadrados es equivalente a un área casi tan grande como la del estado de Florida, Estados Unidos.Al parecer, el hielo podría bajar cuando las temperaturas más frías comienzan a regresar a la Antártida. Sin embargo, Mark Serreze, Director del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo, le dijo al diario estadunidense que el margen es lo suficientemente grande como para que un récord sea inevitable.Va a ser un récord mínimo sin importar lo que suceda ahora, es sólo una cuestión de lo bajo que vamos", dijo Serreze.

Antes de este registro histórico, el hielo marino antártico había alcanzado un récord en octubre de 2014. Cecilia Bitz, experta en hielo marino de la Universidad de Washington en Seattle, explicó a The Washington Post que este comportamiento era una de las razones por las que, hasta hace poco, a los escépticos del cambio climático les encantaba señalar el comportamiento del hielo marino antártico para justificar su rechazo a la ciencia climática dominante.