Intenta la cámara baja amarrar manos a Trump

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-En el caso Irán

AGENCIA

Durante la última semana, el régimen de Donald Trump ha insistido en que Irán es el malo -principal patrocinador de terrorismo, responsable de cientos de bajas de fuerzas estadunidenses, interventor en los asuntos de otros países-, pero esa narrativa depende de borrar la larga historia de Estados Unidos con ese país.

Con pocas excepciones, en el gran debate sobre el conflicto con Irán se ha evitado recordar otros actos calificados de terrorismo, asesinatos, golpes de Estado, intervenciones, guerras libradas por terceros y más, no a manos del régimen en Teherán, sino de Washington durante más de medio siglo.

Ayer la Cámara de Representantes aprobó una resolución no vinculante en la cual señala que según la ley estadunidense, el presidente no puede realizar acciones bélicas sin autorización expresa del Congreso. Aún no se sabe si la medida prosperará en el Senado.

Trump y los republicanos acusaron a los demócratas casi de traición por atreverse a promover esta medida. El presidente denunció ayer que los demócratas buscaban defender al general iraní Qasem Soleimani -cuyo asesinato ordenado por el mandatario estadunidense la semana pasada llevó hacia el precipicio una nueva guerra en Medio Oriente- y lo calificó de algo muy malo para nuestro país.

El diputado Michael McCaul, entre otros republicanos, continuó con esta línea en el debate de ayer al declarar que “en lugar de apoyar al presidente… mis colegas demócratas están dividiendo a los estadunidenses en un momento crítico… envalentonando a nuestro enemigo, el patrocinador más grande de terror en el mundo”.

Pero en ese debate, como a lo largo de la semana desde el asesinato del general Soleimani, no se mencionó el historial de acciones estadunidenses con gobiernos republicanos y demócratas en contra de Irán.

No se recordó en el debate entre políticos ni en los medios -con algunas excelentes pero pocas excepciones- que en los años 50, Washington organizó un golpe militar para reinstalar al régimen represivo del sah, pieza clave, junto con Israel, para la proyección del poder estadunidense en la región hasta 1979.

Tampoco se ha mencionado que en 1988 un buque de guerra de la marina de Estados Unidos derribó un avión civil de pasajeros de Iran Air matando a 290 personas, incluidos 66 niños. Estados Unidos primero declaró que había sido un accidente, después mintió sobre lo ocurrido, y poco después condecoró al capitán del barco.

Tampoco se ha mencionado en este gran debate que Washington apoyó y armó al Irak de Saddam Hussein en su sangrienta guerra contra Irán en los años 80.