Hay que alejarse de alcohol y chismes
El arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong, recomendó alejarse de los amigos que solo invitan a emborrachar, a las amas de casa de las amigas chismosas y de los compañeros corruptos de oficina.
Xalapa, Ver.- (AVC) Que te valga lo que digan y aléjate de esas personas que te invitan a la corrupción y a no ser un buen hijo de Dios, sentenció el arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong.
Al tomar la palabra en la homilía dominical, recordó la anécdota de Zaqueo, quien a pesar de ser un rico y corrupto, siguió a Dios a partir de que este visitó Jericó, por lo cual el religioso dijo que pese a lo que se haya hecho en la vida siempre es posible levantarse pero nunca quedarse inmóvil e inválido.
Patrón Wong dijo que siempre se escucha a los jóvenes decir: “…Es que es mi amigo… pero no es un amigo el que te invita a tomar y a emborracharte, esa gente te impide ser buen hijo”.
Añadió cuantas veces no se ha escuchado decir a los esposos: “Mi grupo de gente con la que trabajo me lleva a la corrupción, esa gente te impide ser un buen cristiano”.
De igual forma comentó que eso es lo que sucede con las señoras amas de casa cuando el grupo de amigas chismosas les impide ser lo que quieren ser.
“Como los jóvenes, que te valga, comienza a separarte de esa gente, dicen que somos nosotros pero también nuestras circunstancias, pero nadie está determinado por una circunstancia”.
El religioso agregó que todos podemos elegir nuestras circunstancias, los amigos, los ambiente sociales, donde se ocupa el tiempo libre, de confianza, de amistad, y se pueden elegir.
De igual forma dijo que cuando Jesús mira a Zaqueo, lo mira de abajo hacia arriba y no de arriba para abajo.
“El Papa Francisco lo dice, toda la historia de la salvación es de abajo hacia arriba, Jesucristo se abajó, se hizo uno como nosotros, nos lavó los pies desde abajo a arriba, desde nuestras miserias”.
Quien mira de arriba abajo es gente que juzga y condena a los demás: “Por eso la iglesia nos descubre e invita a mirarnos de abajo hacia arriba, de nuestras pobreza, miserias, debilidades, hacia la debilidad de los hijos de Dios, así te mira Jesús, la iglesia, quiere que nos miremos, nosotros no juzgándonos, no condenándonos, no criticarnos”.