Ganado muere por sequía

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*Las vacas viejas y flacas son las que no soportan la falta de pastos de agua y por esa razón están muriendo
Pequeños productores del sector pecuario del municipio de Pueblo Viejo en la zona norte de Veracruz han comenzado a perder el ganado por la falta de pastos debido a la sequía que prevalece en esta parte de la entidad.
El ganado se está muriendo en la zona ejidal del municipio, donde los potreros se han quedado sin pasto y las presas sin agua, dijo León Almazán Zavala, pequeño productor agropecuario y presidente de la Liga de Comunidades Agrarias de Pueblo Viejo y Tampico Alto.
Los ganaderos advirtieron desde el comienzo del año, que si la sequía se mantenía los primeros cinco meses, comenzarían a perder animales en el mes de junio, lo que ya está sucediendo con las vacas viejas y flacas que no están soportando la falta de pastos y agua.
Las vacas viejas se están muriendo
En la desesperación los productores están adquiriendo pacas de forraje los que tienen esa posibilidad, mientras que otros adquieren lo que sea que las vacas puedan comer para mantenerlas alimentadas pero resulta insuficiente pues han comenzado a morir.
Algunas de las comunidades en donde se han presentado la muerte de animales son: El Sendero, Kilómetro 15, Emiliano Zapata y María Quinta de las Nieves por mencionar algunas, pero no se descarta que en otras se esté presentando la misma situación con el ganado.
Hasta el momento de forma extraoficial se sabe que han muerto aproximadamente 15 animales en la zona ejidal del municipio de Pueblo Viejo, donde pequeños productores en su mayoría, son los que han resultado afectados por carecer de recursos para la adquisición de alimento, forraje y agua.
Hubo pérdidas por la sequía
León Almazán Zavala, dijo que las complicaciones por sequía apenas comienzan y ya están causando estragos en los rebaños con la muerte de animales, por lo que de continuar el estiaje como se ha presentado, el panorama no es alentador para los pequeños productores que pueden perderlo todo.
La sequía mantiene secas a la mayoría de las presas en los ranchos ganaderos, donde algunas de ellas se han convertido en trampas mortales para el ganado, que se adentra a las mismas en busca de agua donde se atascan, lo que les garantiza una muerte segura por la exposición prolongada al sol, la falta de agua y alimento, dijo.
La pérdida de animales para los ganaderos representa un duro golpe a la economía de los productores pecuarios, ya que un becerro cuesta de 8,000 a 12,000 pesos y una vaca de 15,000 a 20,000 pesos.