HISTORIAS DE NEGOCEOS / Xóchitl: sus asesores, los liderazgos partidistas y el 2024 / MARIO MALDONADO
Xóchitl Gálvez pasó de aspirar a la candidatura de la CDMX a buscar la Presidencia de la República y se convirtió en un fenómeno efervescente. De la noche a la mañana, la senadora hidalguense encendió las redes sociales, imantó a los medios de comunicación y avivó las esperanzas de las clases medias, que buscaban una figura genuina de oposición. El presidente Andrés Manuel López Obrador contribuyó a la burbuja al mencionarla en sus conferencias matutinas, además de exhibir públicamente sus empresas y bienes. Fueron días de gloria para la virtual candidata presidencial, hasta que comenzó la debacle, el mal asesoramiento y el desapego de las cúpulas partidistas.
En las últimas semanas, y tras el accidentado proceso interno del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez comenzó a perder tracción. Los errores cometidos en los debates, aunado a la persecución gubernamental sobre el estatus de sus empresas e inmuebles, así como el plagio de unos fragmentos de su tesis de titulación la desestabilizaron. La candidata del PAN-PRI-PRD y las organizaciones civiles se ha ido desinflando y urge que articule una estrategia para evitar que se desvanezca al punto de que en la oposición comiencen a pensar en otra opción.
Xóchitl Gálvez tiene varios problemas, entre ellos sus asesores. Uno de los que le habla al oído es Arne Aus den Ruthen Haag, su polémico director General de Administración Delegacional ("City Manager") cuando fue alcaldesa de la Miguel Hidalgo. Al empresario, activista y exfuncionario se le atribuye el distanciamiento de la candidata virtual del Frente Amplio por México con los liderazgos partidistas. Por un lado, el argumento de Arne es que hace falta una candidata verdaderamente ciudadana, y por el otro que de cualquier manera las bases y liderazgos panistas y priistas no van a darle el apoyo que necesita para ser competitiva en el 2024.
Otro de sus asesores es Carlos Mandujano, fundador y director de la agencia Cuarto de Guerra, quien fue asesor del exgobernador de Michoacán, Silviano Aureoles, y también ayuda al diputado del PRD, Luis Espinoza Cházaro. Junto a Aldo Campuzano, director de México Elige –experto en pautar contenido en redes, pero muy malo en la encuesta y como estratega político– y Pico Covarrubias, mercadólogo de panistas y priistas, como Alejandra del Moral, completan la cuarteta de asesores de Gálvez.
Los cuatro la mantienen aislada políticamente, porque la hidalguense no ha parado de recorrer el país. Ese aislamiento puso hielo de por medio con los liderazgos de los partidos, como el caso de Santiago Creel, quien al no tener certeza de si se convertiría en el coordinador de compaña de Xóchitl, decidió irse de vacaciones con su familia sin avisar a nadie; y también el de Alejandro Moreno, presidente del PRI, quien prefirió irse de gira por España, mientras que el único que se quedó a impulsar a la virtual candidata fue su excoordinador de campaña en Hidalgo, Jesús Zambrano.
Tras la debacle de Xóchitl, al parecer en su equipo ya se dieron cuenta de que requieren a los partidos políticos para la campaña presidencial. Sus asesores, entre los que se sumó recientemente el senador del Grupo Plural, Germán Martínez, volvieron a la realidad tras las desastrosas semanas en las que la candidata de la oposición se la pasó respondiendo crisis y metiéndose en líos con propios extraños.
Este fin de semana, Xóchitl Gálvez se reunió en Querétaro con representantes estatales del PAN, a quienes les pidió su apoyo y la estructura para los siguientes meses. También mandó señales a las cúpulas del PRI y del PRD.
Xóchitl Gálvez necesita un nuevo sprint para salir de los 20-25 puntos que trae ahora en las encuestas, muy lejos de Claudia Sheinbaum, la otra candidata virtual que mantiene 40 puntos de intención de voto. La carrera electoral es larga y, si la soberbia no le gana, la candidata de la oposición podría nuevamente meterse a la pelea.