Opinión / Los Derechos Humanos / Por Gladys de L. Pérez Maldona

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El Día de los Derechos Humanos se celebra cada 10 de diciembre, día en que, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH). La declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento histórico que proclama los derechos inalienables que corresponden a toda persona como ser humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento.

El lema de este año 2023 para el Día de los Derechos Humanos se repite prácticamente del año pasado con una ligera variación: "Dignidad, libertad y Justicia para todas las personas".

A lo largo de varias décadas, los derechos humanos han sido más reconocidos y garantizados en el mundo, aunque la perspectiva de ello sea aplicada de acuerdo a las costumbres, religión y tipo de gobierno de cada país, por lo que a nuestro parecer no se cumple en todas las latitudes con la intención de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La dignidad, la libertad, la justicia e igualdad de derechos para todas las personas, sufre un ataque constante, cuando el mundo se enfrenta a desafíos nuevos y continuados, para los que nunca estará preparado como las pandemias, los conflictos armados, las desigualdades crecientes, discriminación, racismo, el fenómeno migratorio, la quiebra moral del sistema financiero no reconocido por los gobiernos, que traen como consecuencia un empobrecimiento ineludible para las clases medias y más aún para los ya considerados en la clase pobre.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible mantiene explícitamente que se basa en la Declaración que incluye un proyecto global para las leyes y políticas internacionales, nacionales y locales y que dicha agenda debe  aplicarse de forma que se hagan realidad los derechos humanos para todas las personas sin distinción.

La sociedad en su conjunto debemos defender el respeto de nuestros derechos humanos ante cualquier intento de interrupción del goce y disfrute de ellos. Necesitamos renovar el contrato social entre los gobiernos y sus pueblos, para reconstruir la confianza y adoptar una visión compartida y global de los derechos humanos en el camino hacia la obtención de la justicia, la igualdad y la seguridad de las personas.

Como siempre hemos sostenido en este espacio de Alguien como tú, los Días Internacionales nos dan oportunidad de sensibilizar a los gobiernos y al público en general sobre los temas de gran interés, tales como los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la salud, la educación, la seguridad, la igualdad, para dar a conocer problemas sin resolver que precisan la puesta en marcha de políticas públicas concretas para su solución.

La igualdad de los géneros y la perspectiva de género incide en hacer respetar los derechos humanos de aquellas que milenariamente han sufrido discriminación, que no han sido vistas, ni reconocidas en la importante presencia que tienen en la sociedad, en la familia, esto es, visibilizar a la mujer en la vida pública y privada y que sea respetada y reconocida en sus derechos de manera igualitaria.

La igualdad de los géneros, vivir en libertad y libre de violencia: Es un tema de derechos humanos.

Es sorprendente que todavía hoy, encontremos integrantes de los tres poderes, que obvian la aplicación de la perspectiva de género y manifiesten que en nada incide en la aplicación del derecho civil, mercantil, familiar, penal y laboral y en general en la vida diaria, ante tanta ignorancia algo debemos hacer desde nuestras trincheras.

Desde nuestra trinchera, debemos insistir en puntualizar que es de suma importancia para la agenda de trabajo en pro de la erradicación de la violencia de género y de la protección real a los derechos humanos de las mujeres, que se promueva la preparación académica en estos temas.

Los órganos de procuración de justicia como son las fiscalías especializadas, deben contar con personal blindado contra cualquier acto de corrupción, empático y sensible al sufrimiento de una mujer sujeta de violencia y las consecuencias fatales de un acto violento, como en caso lo son los feminicidios, utilizando para tal efecto el Protocolo para Investigar con Estándares Convencionales los feminicidios emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Incluso, en el caso de denuncias por violencia de género, aplicar los conocimientos adquiridos en el tema de la perspectiva de género respetando los principios de legalidad y de seguridad jurídica de las denunciantes.

En cuanto a los Poderes Judiciales locales, las personas que aspiren a integrar un órgano jurisdiccional, previo a su selección, deben acreditar estudios en materia de perspectiva de género y derechos humanos impartido por la propia Institución o realizados en instituciones de reconocimiento oficial, pues en virtud de su actividad dirimirán las controversias de manera igualitaria ponderando el interés superior de la persona vulnerada, emulando al Poder Judicial de la Federación que ha implementado un curso de género obligatorio para sus integrantes y si alguien quiere avanzar en la carrera judicial, tiene que acreditarlo.

Así también, las personas que pretendan un cargo público de elección popular, previo al proceso electoral, deben demostrar fehacientemente  la capacitación en materia de perspectiva de género y derechos humanos, pues en ellas estará la responsabilidad de la administración pública del país, los estados y municipios, de aprobar a nivel legislativo presupuestos dirigidos a programas de grupos de atención prioritaria, así como, discutir y aprobar iniciativas de ley en materia de los géneros y derechos humanos, de esa manera se evitaría el desencanto social por la cancelación de las guarderías infantiles, la desaparición de las escuelas de tiempo completo, la reducción del presupuesto dirigido a temas de grupos vulnerados, entre otros.