Frentes Políticos
I. Nombre nuevo. Prospera vino a enterrar lo poco que quedaba de Oportunidades, un programa que lucía desgastado. El presidente Enrique Peña Nieto lo puso en marcha en Ecatepec, Estado de México. La idea principal es ampliar los apoyos a las familias beneficiarias. Los jóvenes también tendrán preferencia y podrán obtener una fuente de ingresos. Las familias de Prospera tendrán acceso prioritario a 15 programas productivos. Contará con un esquema de evaluación y el Consejo Nacional de Evaluación de Desarrollo Social realizará las recomendaciones que el gobierno deberá atender. Hay que cuidar que los recursos no se utilicen para las campañas, que ya tocan la puerta. El nombre puede cambiar, lo que se sigue llamando igual es el hambre.
II. Prueba de fuego. Rosario Robles Berlanga, secretaria de Desarrollo Social, dijo que la transformación de Oportunidades en Prospera rompe con el mito de que las familias pobres sólo pueden vivir de los subsidios. Consideró que el cambio “rescatará la dignidad de las personas”. Dijo que Prospera significa más salud, educación, alimentación, además de generar la inclusión financiera de sus beneficiarias. La Banca de Desarrollo permitirá créditos baratos. Robles Berlanga reconoció la transformación del programa porque lo más fácil hubiera sido seguir pagando a beneficiarias y alimentando la idea de que las familias no prosperaban. Este programa es su salvavidas. Que se lo tome en serio.
III. Hundidos. Si usted creyó que la inmovilización de la Línea 12 fue una catástrofe para la ciudad, lo que sucede al AICM no es tema menor. Gerardo Ruiz Esparza, titular de Comunicaciones, admitió que la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se hunde y estimó que revertirlo costará alrededor de mil millones de pesos. Qué inoportunos. En medio del anuncio espectacular de la adjudicación del proyecto del nuevo aeropuerto, se prendieron los focos de alarma. ¿Cómo que la Terminal II se hunde si los gobiernos panistas pagaron 8 mil millones de pesos por ella? Si es así quiere decir que la hicieron mal. ¿Otra vez? ¿Y los responsables? ¿Quedarán en la impunidad, se les llamará a cuentas? Cuesta creerlo.
IV. Los lavaderos. Jorge Luis Preciado, coordinador de los senadores del PAN, respondió a las acusaciones de José María Martínez de intentar sobornarlo y de Martín Orozco, quien le imputó organizar fiestas con sexoservidoras, y aseguró que todo es un chisme. Roberto Gil, otro férreo crítico de Preciado, consideró que el asunto debe ser tratado sólo entre los involucrados. Y Adriana Dávila, testigo del pleito interno del grupo parlamentario, adelantó que, como integrante de la Comisión Política Permanente, solicitará a Gustavo Madero Muñoz, su líder nacional, que voltee al Senado e intervenga en el escándalo. No tiene caso que Madero se espere tres meses para renunciar y buscar una curul. Es evidente que debería hacerlo de una vez. Alguien debe poner orden en casa, y se ha visto que él no es.
V. ¿Austeridad? Y la lista de excesos continúa con servidores públicos como Guillermo Haro Bélchez, procurador de la Profepa, reconocido por viajar en aviones privados. Ordenó cambiar la camioneta Suburban por una nueva y lujosa Jeep Grand Cherokee 2014, con placas MSF-8137, ya que la anterior no correspondía a su nuevo estilo de vida. Con cargo al erario, obviamente. ¿Será que Haro Bélchez no se sujeta a las medidas de austeridad del gobierno de Enrique Peña, mientras otras dependencias sí lo hacen?
VI. A la baja. Alejandro Martí, presidente de México SOS, reconoció que el plan de seguridad del presidente Peña Nieto empieza a dar resultados, pues de enero a agosto los secuestros han disminuido 6%, y si la tendencia sigue a la baja, podríamos cantar victoria, aseguró. Acerca de la Gendarmería Nacional, que ya inició su operación, Martí consideró que va a funcionar muy bien, pues había una gran deuda con las zonas a las que las instituciones no llegan, y ese cuerpo está fundamentalmente para proteger la economía de los sectores productivos del país. Mayor presupuesto, pide para el futuro. El secuestro es uno de los delitos a eliminar. México nunca debió vivir en cautiverio.