HISTORIAS DE NEGOCEOS / Contra Trump, dos viejos conocidos / MARIO MALDONADO

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Donald Trump no se moderó. Su discurso de investidura presidencial fue similar al de uno de sus mítines: grandilocuente, nacionalista, antiinmigrante, revanchista y radical. Como lo anticipó en campaña, cumplió las amenazas contra México y firmó las órdenes ejecutivas para declarar una emergencia nacional en la frontera sur, iniciar la detención de inmigrantes ilegales, restaurar la política de “Quédate en México” y declarar a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras.

Trump se había reservado momentáneamente la imposición de aranceles, pero al ser cuestionado por la prensa, durante la firma de las órdenes ejecutivas, disparó los dardos envenenados que tanto preocupan al gobierno y a los inversionistas en México. El flamante presidente dijo que a más tardar a partir del 1 de febrero fijará una tarifa de 25% a las exportaciones de México y Canadá hacia los Estados Unidos.

Apenas se supo la noticia, la aparente “tranquilidad” que los mercados habían mostrado a lo largo de la jornada se rompió. El tipo de cambio se depreció 1.3% este lunes y seguramente abrirá la jornada de hoy a la baja. Faltan 10 días para que el escenario de “guerra comercial” con México y Canadá se convierta en realidad.

A pesar de la presencia de empresarios y funcionarios del gabinete de la presidenta Claudia Sheinbaum en Estados Unidos durante los últimos días, desde Arizona y Detroit, a donde viajaron el canciller Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, respectivamente, para reunirse con representantes del gobierno trumpista y CEOs de empresas; hasta Washington D.C., este fin de semana, donde hombres y mujeres de negocios participaron en los eventos de la inauguración del gobierno de Trump, nada fue suficiente para disuadir al republicano.

La no invitación de Sheinbaum a Washington, para presenciar el juramento de Trump, ni la de ninguno de sus funcionarios de gabinete, complican el escenario de negociación para México, principalmente por la vía institucional. Ni De la Fuente, Ebrard o el embajador Esteban Moctezuma tienen derecho de picaporte en el equipo de Trump.

Así que el gobierno de Sheinbaum tendría que comenzar a considerar alternativas menos convencionales, además de implementar campañas para “recibir” y apoyar económicamente a los migrantes que serán deportados a México. Dichas estrategias incluyen la integración de personajes que, por más incompatibles sean para la 4T, podría ser de gran ayuda en el cabildeo no oficial.

El exsecretario y excanciller, Luis Videgaray, quien asistió el sábado al Cabinet Reception, uno de los eventos más destacados previos a la investidura de Trump, y el domingo en la Candlelight Dinner, una cena que se da en honor al presidente electo está de vuelta en los círculos políticos de Estados Unidos.

Videgaray tuvo relación directa con la Casa Blanca a través de Jared Kushner, poderoso asesor de Trump en su primer mandato. Si bien se estima que el yerno del magnate no formará parte de su equipo en el nuevo gobierno, sí tendrá derecho de picaporte mediante su esposa, Ivanka Trump. Videgaray cambió su residencia de Boston, donde estuvo dando clases en el MIT, a Miami, más cerca de Mar-a-Lago y de Kushner.

Algunos integrantes del Consejo Coordinador Empresarial y del Consejo Mexicano de Negocios ya entablaron conversaciones con Videgaray, quien fue clave en la renegociación del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá. Los empresarios prefieren buscar buenos interlocutores que enfrentar todas las amenazas de Trump.