OPINIÓN / El escape de Iván Archivaldo / AZUCENA URESTI

el

 

11c

 

 

Tras la detención de su padre, Joaquín “El Chapo Guzmán”, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, de 41 años de edad, asumió el liderazgo de una de las células del cartel de Sinaloa, conocida como “Los Chapitos”, integrada por él y sus hermanos.

Iván Archivaldo -quien estuvo a punto de ser capturado en Sinaloa en días pasados- vive en una crisis nerviosa continua y teme ser traicionado por sus cercanos, según me reveló el periodista José Luis Montenegro. Estados Unidos ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por su captura, unos 200 millones de pesos mexicanos.

Aunque el secretario de seguridad, Omar García Harfuch, declaró el martes que el objetivo del operativo realizado en Culiacán el 19 de febrero no era la detención de Iván, fuentes cercanas al caso me aseguran que “El Chapito” estaba en la casa de Tierra Blanca, que logró escapar por un túnel de 700 metros de largo –lo que no fue descartado claramente por el gobierno- donde, al final, fue rescatado por su primo, Jaziel Abdiel Guzmán Araujo “El Gabacho”, hijo de “El Guano”, y trasladado a Badiraguato o a Jesús María para esconderse.

Mientras tanto, dos de sus hombres más cercanos fueron capturados: José Ángel Canobbio Inzunza, alias “El Guerito”, y Kevin Alonso Gil, conocido como “El 200” quien fue entregado a las autoridades atendiendo instrucciones de Iván quien sabía por lo menos una hora antes del operativo federal gracias a su primo a quien pidió ayuda para escapar.

Iván fue extraído de la zona “discretamente” en un auto con vidrios polarizados, escoltado por otro vehículo con hombres fuertemente armados, incluso con granadas. Sabe que le pisan los talones.

Por cierto, poco se habla de “Los Mayitos”, salvo que uno de los asesores jurídicos de Ismael “El Mayo” Zambada ha sido evidenciado en decenas de fotos con personajes de Morena incluido el expresidente Andrés Manuel López Obrador y la hoy presidenta, Claudia Sheinbaum. ¿Balazos y no abrazos selectivos? Por lo pronto, ella dice no conocerlo.

Lo cierto es que, a casi cinco meses de este gobierno, los Chapitos están cercados. Su líder “El Chapo” condenado a cadena perpetua. Ovidio y Joaquín, también en Estados Unidos, esperando sus audiencias y probablemente negociando un acuerdo. Siguen libres Iván y Jesús Alfredo.

Mientras, los líderes de otros cárteles, denominados grupos terroristas por Donald Trump, siguen libres y operando, lo que no augura la pacificación pronta del Estado, al menos que ellos, los líderes criminales, así lo acuerden.