Ana Paula Ordorica - ¿Que se vaya Aguirre?
Con los actos violentos de Iguala y la desaparición de los más de 40 estudiantes normalistas se ha querido poner sobre la mesa la cabeza del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre.
Él mismo declaró ayer que se haga una consulta para que sean los guerrerenses quienes decidan si se va o se queda.
El problema es que la salida de Aguirre no resuelve ni el esclarecimiento de lo que pasó aquel 26 de septiembre en Iguala ni el por qué. Tampoco logra que el o los culpables respondan por sus actos.
Es evidente que el gobernador está rebasado por el tema de seguridad. Ya sea por temas políticos o por falta de capacidad política, pero la mala relación entre Aguirre y el gobierno federal no ayuda a hacer que el crimen en Guerrero deje de agobiar a la sociedad.
Aguirre mismo se ha destacado por no aparecer o responder tardíamente ante las crisis en su estado. Así fue hace poco más de un año con el huracán Manuel y así ocurrió el pasado 26 de septiembre ante lo ocurrido en Iguala.
Nadie sabía en dónde estaba el gobernador. Al día siguiente hizo su aparición solamente por redes sociales. Escribió un tuit condenando lo ocurrido.
¿Cuándo tendremos al gobernante que se dé cuenta que eso de andar condenando y lamentando hechos no es lo importante y que, en ocasiones, resulta hasta indignante?
Cuatro días después subió, también a Twitter, fotos de una reunión que tuvo con los Avispones de Chilpancingo, el equipo de futbol que también sufrió agresiones en el autobús que viajaban ese sábado 26 y en el cual murió uno de sus jugadores.
Y no fue sino hasta ocho días más tarde que Ángel Aguirre salió a los medios de comunicación a ofrecer una conferencia de prensa.
¡Ocho días para dar la cara! De antología.
Tal ha sido la presión y los cuestionamientos por su manera de enfrentar esta (y otras) crisis que, también en Twitter, el gobernador ha tenido que reafirmar una y otra vez que ahí está trabajando. Hasta ayer, que puso su renuncia en manos de los guerrerenses.
Pero volvemos al inicio: ¿qué resolvería la renuncia de Aguirre? En realidad nada.
Mejor sería repensar el federalismo mexicano. Y es que hoy tenemos en los estados dos tipos de señores feudales. Los priistas, que de alguna forma responden al gobierno federal porque actualmente están en la presidencia, y los feudales prácticamente sin contrapesos en donde sus errores e incapacidades resultan terreno fértil para, entre otras cosas, el crimen organizado.
Apostilla: El presidente Peña Nieto salió a los medios esta semana a decir que lo ocurrido con los normalistas no quedará impune. Éste y todos los delitos en el país deberían sufrir la misma suerte. Como, por ejemplo, el que se hayan gastado casi 300 millones de dólares en una refinería que ya no se va a hacer. Dinero tirado a la basura. Ahí tampoco debe haber impunidad.
Twitter:@AnaPOrdorica