Francisco Garfias - Parole, parole, parole

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El hallazgo de una nueva fosa con restos humanos en un basurero del municipio de Cocula, Guerrero, refuerza el pesimismo sobre la suerte de los 43 normalistas desaparecidos.

No hay que olvidar que el procurador Jesús Murillo Karam reveló, hace apenas unos días, que policías de Iguala entregaron a los desaparecidos a sus colegas de Cocula, y que éstos, a su vez, los pusieron en manos de delincuentes.

No nos han dicho cuántos cuerpos encontraron en las fosas de Cocula ni en qué estado están. Pero otra vez, la angustiante espera del resultado de los peritajes para saber si son ellos.

 

·         Poco útil la rueda de prensa que ofrecieron ayer el presidente Enrique Peña Nieto y el nuevo gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega. Los discursos ya no funcionan. Sólo exhiben la inoperancia de las autoridades. Parole, parole, parole, como dice la canción italiana.

La gente quiere resultados. Hoy se cumplen 32 días y nada sobre los 43 estudiantes que nos faltan. Tampoco del paradero del prófugo alcalde desaforado José Luis Abarca, de su esposa María de los Ángeles Pineda, y del secretario de Seguridad Pública municipal, Felipe Flores, autores intelectuales de los asesinatos y las desapariciones, según la PGR.

El gran misterio.

Otras dudas por aclarar. ¿Por qué dejaron escapar a Abarca cuatro días después de los trágicos eventos en Iguala, donde también fueron asesinadas seis personas, a sabiendas del pedigree del alcalde y su mujer? ¿El batallón 27 de Infantería del Ejército, con sede en Iguala, nada sabía de las actividades ilícitas del riquísimo edil?

Murillo Karam nos dice que capturaron a dos integrantes del grupo delincuencialque participaron en la desaparición de normalistas. Ya declararon ante la SEIDO. Ojalá que de allí salga la verdad, sea cual fuere. Le urge al país y al mundo.

·         Los picudos del PRI ya agarraron a Andrés Manuel López Obrador como chivo expiatorio del caso Iguala. Pero se les puede revertir como un bumerán. No son momentos de cálculos políticos.

Sin ir más lejos: ¿se les olvidó el preso José Jesús Reyna? ¿Quién lo puso como gobernador en Michoacán? ¿Hay algún priista importante que haya sido sancionado por proponerlo y apoyarlo como sustituto de Fausto Vallejo? ¿Alguien asumió esa responsabilidad?

César Camacho QuirozManlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón le echaron montón al líder de Morena, colgados en las declaraciones del diputado local, Óscar Díaz Bello, en el sentido de que aún cuando fue prevenido de los vínculos de Abarca con delincuentes, apoyó la candidatura del matón que llegó al Ayuntamiento.

Lo mismo va para los perredistas. Siempre he respetado a Jesús Zambrano Grijalva, expresidente del PRD; y a Miguel Alonso Raya, coordinador de los diputados de ese partido. Pero sumarse en estos momentos al linchamiento de López Obrador huele también a cálculo político.

La senadora Dolores Padierna dijo que, en su momento, se alertó a Los Chuchos de los siniestros vínculos de Abarca, pero que éstos no quisieron que se le tocara “ni con el pétalo de una rosa”. No hubo desmentido formal.

Chucho Zambrano bien haría en aclarar las versiones que circulan con insistencia en el sentido de que se reunió con Abarca después de que éste pidió licencia.

El Peje, obvio, ya se deslindó. Dice que nunca ha visto al exalcalde prófugo y que mucho menos lo apoyó. Hay una contradicción con Díaz Bello. El diputad local asevera que el entonces candidato presidencial de la coalición de izquierda saludó en 2012, en el templete, a la diabólica pareja Abarca-Pineda. Ni modo que no supiera quiénes eran.

 

Uno de los dos miente.