Enrique Aranda - Cuauhtémoc otra vez...

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Si bien no hace muchos días, el lunes para ser exactos, fue él mismo quien salió al paso, a desmentir, versiones que daban por segura e inminente su salida del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que él mismo contribuyó a concebir y fundar, lo cierto es que, un día sí y el otro también, el otrora incuestionado (e incuestionable) Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano parece cada vez más lejos del sol azteca y más vinculado y cercano a “alguna otra opción política… (aunque) no necesariamente partidista”.

Ello, obvio, a reserva de lo que ocurra tras el público debate que, para discutir sobre la renuncia de la actual dirigencia perredista (solicitada por él mismo) sostendrá presumiblemente el martes con Carlos Navarrete Ruiz, el cuestionado presidente y que, en los hechos, no hará más que ahondar las diferencias entre las partes y a elevar el nivel de confrontación con quienes, los llamados Chuchos (Jesús) Ortega Martínez y Zambrano Grijalva han “desfigurado al perredismo y, al igual que otras alternativas de oposición, lo han sometido al gobierno en turno”.

 

Ayer apenas, en el marco de un encuentro “de amigos” al que, entre otros muchos, concurrieron medio centenar de los originales militantes de la Corriente Democrática que impulsó y dio forma al actual PRD —Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Marco Rascón— y representantes “del partido de hoy”, como Alejandro Encinas, Miguel Barbosa, Clara Jusidman y Alejandro Fernández, el ingeniero volvió a sorprender a más de uno en los altos niveles de gobierno, y a atraer hacia sí los reflectores y la atención de los medios de comunicación, al postular la necesidad de avanzar en la redacción y aprobación de una nueva Constitución que, sin dejar de lado a las instituciones, permita replantear retos y tareas a realizar para validar los grandes objetivos nacionales.

Pareciera, insistamos, que Cárdenas Solórzano continúa empeñado en encontrar un nuevo acomodo en el marco del sistema (político mexicano) del que ahora, y como siempre, es figura preponderante... particularmente en el actual momento, cuando los más emblemáticos liderazgos de la izquierda democrática, parecen haber cedido a tentaciones del poder o del dinero y que, al igual que otros a quienes cuestionaron severamente en el pasado, han asumido prácticas que, sin duda, les enfrentan con un electorado y una sociedad cada vez más crítica y exigente con (todos) los políticos, independientemente del partido en el cual militen…

Asteriscos

* Reveladoras, sin duda, no pocas de las presencias en la ceremonia en que el gobierno francés de François Hollande honró al coordinador priista en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones, con la Orden Nacional de la Legión de Honor, en grado de caballero: desde el canciller José Antonio Meade Kuribreña, hasta el cuestionado mandamás de turno en el sol azteca Carlos Navarrete, el también perredista Silvano Aureoles Conejo y el yucateco Emilio Gamboa Patrón a quien, como si hiciera falta decirlo, el homenajeado se refirió como “mi gran amigo”.

Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.