Francisco Garfias - Toma de casetas: “No es tolerancia, es cobardía…”
No le fue bien a Benito Neme Sastré en la “reunión de trabajo” con integrantes de la Comisión Permanente, ayer en San Lázaro.
El director de Capufe admitió que no sabe a cuánto asciende el daño patrimonial por la toma de casetas y el robo de cuotas que vándalos realizan a nombre de los normalistas de Ayotzinapa cuyos padres, lo recordaron en ese cónclave, no han recibido un solo centavo por tan “nobles” acciones.
La tolerancia e impunidad con la que actúan fueron justificadas por el funcionario con el argumento de que el gobierno federal respeta la libertad de expresión. “La paz y el desarrollo están en juego”, advirtió. Lo que sí asegura Neme Sastré es que el ingreso por concepto de cuotas subió 152 mil millones en los últimos cuatro meses, en relación con 2013.
Pero también que el aforo en las carreteras es mayor. Lo ubicó en 442 millones de cruces vehiculares en la red operada por Capufe en 2014. Un 3.8% más con relación al año anterior.
¡Eureka! Si seguimos su lógica expuesta hay que multiplicar las tomas de casetas, el boteo, el vandalismo, los saqueos, para tener más vehículos en las autopistas y más recursos para la nación (¡ojo!, Luis Videgaray).
Tampoco sabe si hay consignados por los hechos ocurridos reiteradamente en la Autopista del Sol. Dijo, eso sí, que las tomas de casetas son temporales.
El funcionario buscaba refugio a las críticas de los panistas por el pasmo de las autoridades ante estos atracos, comparaba cifras actuales con las de otras administraciones. Presumió hasta el cansancio que no se ha incrementado el cobro de cuotas ni en 2013 ni en 2014.
Las diversas intervenciones de la diputada petista Lilia Aguilar fueron patéticas, panfletarias, dogmáticas. Es joven, pero de lenguaje de cartón. Se atoró en el siglo XX.
Justificó las tomas de casetas, los cierres de las autopistas, el saqueo de camiones con mercancías, la impunidad con la que los vándalos actúan. Todo a nombre de la “libertad de expresión” y la “solidaridad” con los normalistas.
Llegó al extremo de afirmar que los bloqueos no impiden la circulación. Los que se han quedado varados durante horas en la Autopista del Sol —entre ellos familiares de este reportero— deben haber alucinado.
Ya en el extremo de su delirio, dijo que en los últimos años se volvió una práctica obtener recursos de ese modo para mantener la protesta social.
Nada más le faltó el bote, la piedra, el palo e ir a sacarle dinero a los usuarios de las autopistas con el pretexto de la masacre de Iguala.
¿Y los usuarios de las carreteras? ¿Y los ciudadanos que no pertenecen al “movimiento social? ¿Y el hartazgo por la impunidad con la que operan? Eso no le importa a la legisladora.
Pueden quedarse horas varados, soportar chantajes, verse obligados a dar dinero bajo amenaza de no circular si no “cooperan”.
Es el “impuesto solidario” y el “chantaje” de que mano firme es represión.
El robo de cuotas, la amenaza de violencia, el miedo que inspiran no tiene importancia frente al argumento de la “libertad de expresión” que la diputada confunde con “libertad de extorsión”.
Javier Lozano fue políticamente incorrecto. En dos segundos desbarató la demagogia de Aguilar, la del perredista Trinidad Morales Vargas y los argumentos de Neme Sastré. Se preguntó: “¿Cómo es posible que estén tolerando estas tomas y bloqueos constantes que afectan la vida y movilidad de miles y miles de personas?
“No es tolerancia, es cobardía. No puede hablarse de libertad de expresión cuando se están transgrediendo todos los límites a los que se refiere el artículo sexto de la Constitución.
“Tampoco el derecho de petición, porque no se ejerce de manera pacífica. Y bien dice el 17 constitucional: nadie puede hacerse justicia por sí mismo y ejercer violencia para ejercer su derecho”.
Por increíble que le parezca, les tuvo que leer a los reunidos el artículo sexto de la Constitución que a la letra dice:
“La manifestación de ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de ataque a la moral, los derechos de terceros, provoque algún delito o perturbe el orden público”.
Neme le quiso revirar leyendo incompleto el citado artículo. Le fue peor en la réplica.
Ya que estamos con Lozano y la libertad de expresión. Al senador poblano le quieren hacer un “procedimiento” en el seno de la Comisión Permanente por haber dicho que “Gustavo Madero es el Roberto Madrazo del PAN”.
El senador criticó también la “ambición desmedida de poder” del jefe nacional del PAN, reflejada en el “quítate tú pa’ ponerme yo” que le aplicó a Ricardo Anaya, el joven maravilla que logró distensionar al PAN.
Madero volvió a la jefatura nacional una vez que logró la diputación plurinominal y a pesar de que figuras del PAN —entre ellas Ruffo, Barrio, Corral— le pidieron que dejara a Anaya en ese lugar.
Detrás de la propuesta de hacerle un extrañamiento a Lozano está Juan Molinar Horcasitas “y todo el coro que acompaña a Madero”, Lozano incluye a Marko Cortés y a José Isabel Trejo, quienes recientemente se lanzaron contra Felipe Calderón.
“Soy voz de la guitarra mía. Si creen que con eso me van a callar, están muy equivocados. Si quieren expulsarme, va a haber problemas”, advirtió Javier.
La asambleísta del PAN, Laura Ballesteros, es maderista de hueso colorado. Ayer se registró como candidata a diputada federal por el distrito 10.
Su filiación no le impide hacer críticas a su partido, “es increíble que hasta ahora no ha registrado ciudadanos” como candidatos a cargos de elección popular. “Ése era nuestro sello”, se quejó.
Última hora. El asambleísta del PRD Agustín Torres, otrora diputado federal, renunció ayer a su partido. ¿Motivo? “La imposición de María Rojo” como candidata a delegada en la Cuauhtémoc”, señala.
La renuncia del también exdelegado en la Cuauhtémoc le abre un boquete al partido de Los Chuchos, y coloca a María Rojo ante “la tarea” de vencer al moreno Ricardo Monreal.
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