Frentes Políticos 29/9/15

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I. Semana top. El presidente Enrique Peña Nieto ya se encuentra listo, en la ciudad de Nueva York, para intervenir en la 70 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Se reunirá, entre múltiples citas, con Ban Ki-moon, el secretario general de la ONU, y participará en la Cumbre para la Adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Estará además en la inauguración de la Cumbre de Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres: un compromiso para la acción, de la que es presidente. Tras atender los temas prioritarios en México, es hora de catapultar el nombre del país a una altura mayor. Ayer fue invitado por Ban Ki-moon a un almuerzo con los presidentes François Hollande y Ollanta Humala, de Francia y Perú respectivamente.

II.  Apoyo. Manlio Fabio Beltrones, presidente nacional del PRI, se sumó a la memoria por los 43 estudiantes desparecidos en Ayotzinapa. Expresó su respaldo a las acciones anunciadas por el gobierno federal para realizar una investigación que no deje dudas, atender las líneas de investigación que ha propuesto el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, asegurar la atención de las víctimas, realizar nuevos peritajes y crear una Fiscalía Especializada. Sensibilidad ante el dolor. Justo lo que no han tenido quienes mueven el caso con fines políticos, pero sobre todo a quienes tuercen la realidad con ese propósito. Ya sabe sus nombres y apellidos. Todos.

III. No duele menos. A diferencia de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos hace un año, los familiares de Julio César Mondragón tuvieron un cuerpo que enterrar. Y de qué les sirve si sólo revela la atrocidad que horadó su cuerpo. Lo que les entregaron sólo les grita lo que sufrió por ser torturado. Varias fracturas de cráneo, hemorragias internas y otras heridas producto de torturas; le desollaron el rostro. Táctica frecuente usada por los cárteles de la droga para crear terror. Luego, las fotografías de su cadáver fueron subidas a internet. No se nos olvide que, además de Julio César, esa noche murieron otras cinco personas. No hace diferencia. El crimen es brutal por donde se le vea.

IV. Los omitidos. Hubo más que 43 víctimas aquella noche infernal. Rogelio Ortega, gobernador de Guerrero, les había prometido la entrega de un autobús nuevo por los daños irreparables que sufrió el suyo durante el ataque, pero un mes después, lo que les entregaron fue un microbús. Se trata del autobús, donde viajaba el equipo de futbol al que pertenecía: los Avispones de Chilpancingo. Esa noche fueron asesinadas otras seis personas: tres normalistas, la pasajera de un taxi, un joven jugador de futbol y el chofer del camión. Está bien que la masacre haya congelado a la ciudadanía, pero, ¿y las autoridades, por qué mandaron también estos casos al cajón de los olvidos?

 

V. A la sombra de por vida. Ernesto Espinosa Lobo, José de Jesús Carmona Aiza y Víctor Manuel Torres García, tres personas involucradas en el secuestro de trece jóvenes del bar Heaven en el Distrito Federal en 2013, fueron sentenciados a más de 500 años de prisión, de manera individual. Acumulan mil 560 años de prisión por el delito de privación ilegal de la libertad. De acuerdo con un comunicado de la PGJDF, un juez resolvió, además de la pena individual de 520 años de prisión, una multa de cinco millones 51 mil 280 pesos a cada uno. Suena ejemplar. Y es lo que se requiere, condenas que de verdad hagan pensar dos veces a los criminales que la impunidad no es eterna. Punto para Rodolfo Ríos Garza, el procurador capitalino.