Karime Macías Tubilla - Un pueblo que vuela alto
Casa Veracruz
Un pueblo que vuela alto
Por Karime Macías Tubilla.
En el momento en que esta pequeña columna salga a la luz estaremos inaugurando la edición número 15 del festival Cumbre Tajín.
El éxito de la noche a la mañana generalmente lleva 15 años. Es el tiempo que ha tomado posicionar al festival y a la región como lo que realmente son: un lugar único en el mundo, con costumbres milenarias que dan identidad a la región y a nuestro estado.
Cumbre Tajín es hoy un festival reconocido a nivel mundial. Somos el único festival de música en el planeta en donde se mezcla la buena música con una labor social de la mayor importancia y en donde quienes nos visitan pueden integrarse a las tradiciones de una cultura originaria viva.
Al comenzar este sexenio nuestro reto era elevar la calidad del festival y situarlo entre los mejores de México, a la vez de continuar y fortalecer la labor social que se lleva a cabo durante todo el año en el Centro de las Artes Indígenas (CAI).
A tres años de camino estamos ya considerados como uno de los mejores festivales del mundo. La presencia de artistas como Bjork, Regina Spektor o Tool lo confirman; y la labor social que lleva a cabo el CAI durante todo el año ha sido merecedora de reconocimientos como el que otorgó la Unesco por buenas prácticas.
Cumbre Tajín es un caso de éxito de regeneración del tejido social y cultural. Hoy, nuestros totonacas trabajan de la mano de museógrafos para exponer y documentar sus tradiciones, montan exposiciones en colaboración con el Instituto Smithsoniano de Washington y hacen cortometrajes que dan la vuelta al mundo, como lo hizo “Canícula”.
El pueblo totonaca que convierte a los hombres en pájaros, que venera el movimiento como la fuerza primordial de la vida, y que tiene al dios Tajín con su trueno protegiéndolos, vuela hoy muy alto para dar a conocer al mundo, orgullosamente, su grandeza.
Todo esto también sucede en Veracruz.