Columna & Opinión 25/8/16

el

-Trampa

Por Manuel Bartlett

López Obrador presentó su declaración 3de3 el 11 de agosto, aun cuando la calificó anteriormente: “es simulación… no va a combatir la corrupción”. La llamada 3de3 fue impulsada como “iniciativa ciudadana” y terminó en un mecanismo simulador integrado al llamado Sistema Nacional Anticorrupción, cuyos operadores serán personeros del poder presidencial con la potestad de “verificar al azar” los datos entregados, o sea sólo verificar algunos, lo que les permitirá proteger a sus cómplices y atacar adversarios, típica trampa. Los promotores de la 3de3 montaron una intensa campaña mediática para establecer en la opinión pública que no presentar la 3de3 es prueba de corrupción. López Obrador, pese a todo, decidió presentarla, seguro de su trayectoria de honestidad y consciente de que los datos que presentó son verificables, puesto que las autoridades cuentan con toda la información para poder demostrar la existencia de cualquier falsedad, a sabiendas que, mientras “dominen PRI y PAN con su asociación delictuosa con hombres de negocios, va ser muy difícil terminar con la corrupción”.

Como era previsible, en lugar de que los partidos que impusieron el Sistema Anticorrupción reconocieran al presidente de un partido de oposición por presentar la declaración y esperar que su “mecanismo anticorrupción” verifique datos o denuncie falsedades, sus presidentes se lanzaron de inmediato al ataque. Ochoa, PRI: “AMLO mentiroso que no cree en la trasparencia”; Anaya, PAN: “AMLO no es político confiable, su 3de3, auténtica burla a la ciudadanía”; Zambrano, PRD: “la declaración de AMLO es como la de Duarte, declaró sólo una partecita”. A estas descalificaciones automáticas, se sumaron los promotores de la “iniciativa ciudadana”, que también deberían haber celebrado la presentación de la 3de3 por López Obrador, acudiendo al mecanismo que ellos propusieron como gran solución, pero no lo hicieron. Pardinas, director del Imco, dijo sobre la 3de3 de AMLO: “los medios de comunicación, los adversarios políticos y las redes sociales se encargan de confrontar los agujeros, las medias verdades y las francas mentiras que pudieran contener los documentos. Ni el Imco ni Trasparencia Mexicana… somos la Auditoria o la Comisión Nacional Bancaria para validar la información presentada... se hará con datos bancarios y fiscales”. Sin embargo, tampoco espera a dicha validación o rechazo, ataca de inmediato, directamente a López Obrador; presume maliciosamente la existencia de “agujeros, medias verdades y “mentiras”, que serán exhibidas. Por lo pronto, denuncia “un proceso de involución patrimonial”, que -insistimos- debería esperar a que sea calificado por el sistema. A lo anterior, se sumó el coro de comentaristas, editorialistas, periodistas, atacando la declaración: “AMLO, ¿además es evasor?”, “AMLO o el arte de engañar con la verdad”, “se la voló con su 3de3”, “benefactor de su familia”, “deshonestidad valiente”, “pobres políticos”. Estos “críticos” tampoco esperaron a que hubiera una verificación de la información presentada por AMLO, como lo establece el cacareado Sistema Anticorrupción.

Queda evidenciado que el “Sistema Anticorrupción” es una simulación promovida por la oligarquía empresarial que se negó a presentar su 3de3 -Coparmex, Consejo Coordinador Empresarial-, apoyada por centros de estudio privatizadores -ITAM, CIDE- y por agencias financiadas por extranjeros -Imco, Transparencia Mexicana-, auténtica red ideológica y de intereses. Ninguno de estos supuestos “enemigos de la corrupción”: promotores, partidos, empresarios, comentaristas han cuestionado las declaraciones patrimoniales de Peña Nieto, Videgaray, Beltrones y demás, amañadas burdamente, evidentemente falsas, ni acusan de corrupto a quien no las presente. Esta claque exhibe claramente sus objetivos, que no es la lucha contra la corrupción y, junto con su instrumento anticorrupción, la oligarquía se apresta a defender sus intereses hegemónicos y atacar directamente sin ambages a López Obrador, puntero hacía la Presidencia en 2018.