Sin tacto 15/10/16

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-Dylan, por qué el Nobel

Por Sergio González Levet

O han faltado las voces de algunos despistados que estoan opinando que el Premio Nobel no se debió otorgar a Bob Dylan, “porque él es músico, no escritor”.

Entre ellos, el poco conocedor Miguel Bosé, que no sé de dónde saca los arrestos para opinar sobre un tema tan lejano a él, porque no es precisamente un intelectual ni menos un hombre culto.

Olvidan quienes censuran el premio a Dylan que el origen de la literatura está precisamente en los cantores. La literatura nació y pervivió a través de la oralidad de la memoria de quienes fueron cantando las gestas de los pueblos antiguos. Esa literatura oral después fue siendo escrita para mantener su luz entre la oscuridad de los tiempos, y ahora la Academia sueca ha hecho lo mismo, para que se repita aquella historia.

Los juglares en la Edad Media mantuvieron viva la llama de la literatura en la memoria de sus canciones, con las que entretenían e informaban al pueblo de la manera más artística y eficaz. De la misma manera, las letras de las canciones de Dylan son poesía pura y pura poesía. Ellas solas merecen cualquier reconocimiento literario, hasta el famoso, como el Nobel.

Y para muestra, les adelanto algunas muestras del arte de Bob Dylan, en una traducción al castellano hecha libremente y con mis pocas entendederas, pero que espero haya podido mantener el genio del gran cantor de América.

Like a Rolling Stone

Había una vez en la cual te vestías muy bien y arrojabas una moneda a los vagos, en tu plenitud. 

¿No es verdad? 

La gente te advertía: "Ten cuidado, muñeca, puedes caer", pero tú pensabas que todos estaban bromeando. 

Acostumbrabas reírte de todos aquellos que andaban por ahí.

Ahora ya no hablas tan alto, ahora no pareces tan orgullosa de tener que mendigar tu siguiente comida. 

[Estribillo]

¿Cómo se siente? 

¿Cómo se siente? 

Depender sólo de ti, sin un rumbo determinado, como una completa desconocida, como una piedra que rueda.

Fuiste a la mejor escuela, muy bien, señorita solitaria, pero sabes que ahí sólo fuiste mimada, nadie jamás te enseñó a vivir en la calle, y ahora te encuentras con que vas a tener que acostumbrarte. 

Dijiste que jamás te comprometerías con el vagabundo misterioso, pero ahora te das cuenta que él no vende coartadas mientras penetras en el vacío de sus ojos y le preguntas: ¿Quieres hacer un trato? 

[Estribillo]

Tú nunca volteaste a ver las muecas de los malabaristas y los payasos cuando todos ellos venían y hacían trucos para ti. 

Nunca entendiste que no es bueno.

No debiste dejar que otros sufrieran por tu culpa.

Acostumbrabas cabalgar en el caballo cromado con tu diplomático, 

quien cargaba sobre sus hombros a un gato siamés. 

¿No es duro cuando descubres que él no estaba donde debía estar, después de que te robó todo lo que pudo? 

[Estribillo]

Toda una princesa en el pedestal, mientras las gentes bonitas beben y piensan que ya la hicieron, intercambian toda clase de preciosos regalos y cosas.

Pero mejor hubieras cuidado tu anillo de diamantes, mejor lo hubieras empeñado, nena.

Solías burlarte tanto de Napoleón en harapos y el lenguaje que utilizaba.

Vete con él ahora. Te llama. No puedes rehusarte.

Cuando nada tienes, nada tienes que perder.

Ahora eres invisible, no tienes secretos que ocultar.

[Estribillo]

La respuesta está en el viento

¿Cuántos caminos debe un hombre andar antes de que le llamen hombre?

¿Cuántos mares debe una paloma navegar antes de que se duerma en la arena?

¿Cuánto tiempo deben volar las balas de cañón, antes de estar prohibidas para siempre?

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.

La respuesta está flotando en el viento.

¿Cuántos años debe una montaña permanecer antes de que sea bañada por el mar?

¿Cuántos años tiene que existir una persona antes de que le permitan ser libre?

¿Cuántas veces puede un hombre girar su cabeza y fingir que no te ha visto?

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.

La respuesta está flotando en el viento.

¿Cuántas veces debe un hombre mejorar antes de que pueda ver el cielo?

¿Cuántos años debe tener un hombre antes de que pueda escuchar a la gente llorar?

¿Cuántas muertes cometerá hasta que sepa que mucha gente ha muerto?

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.

La respuesta está flotando en el viento.

The Times They Are a Changing

Vengan, gente, reúnanse, dondequiera que estén y admitan que las aguas han crecido a su alrededor y acepten que pronto estarán calados hasta los huesos. 

Si creen que están a tiempo de salvarse será mejor que comiencen a nadar o se hundirán como piedras porque los tiempos están cambiando.

Vengan, escritores y críticos que profetizan con su pluma y mantengan los ojos bien abiertos, la ocasión no se repetirá.

Y no hablen demasiado pronto pues la ruleta todavía está girando y no ha nombrado quién es el elegido porque el perdedor ahora será el ganador más tarde, porque los tiempos están cambiando. 

Vengan senadores, congresistas, por favor oigan la llamada y no se queden en el umbral.

No bloqueen la entrada, porque resultará herido el que se oponga.

Afuera hay una batalla furibunda, pronto golpeará sus ventanas y crujirán sus muros porque los tiempos están cambiando. 

Vengan padres y madres, alrededor de la tierra y no critiquen lo que no pueden entender, sus hijos e hijas están fuera de su control su viejo camino se está carcomiendo rápidamente.

Por favor, dejen paso al nuevo si no pueden echar una mano porque los tiempos están cambiando. 

La línea está trazada y marcada el destino.

Los lentos ahora serán rápidos más tarde como lo ahora presente más tarde será pasado.

El orden se desvanece rápidamente y el ahora primero más tarde será el último porque los tiempos están cambiando.