Javier Duarte y sus memorias
Por Leo Agusto
Hasta ayer, el ex gobernador prófugo de Veracruz, Javier Duarte, no publicaba nada en su página de Facebook desde el 12 de octubre pasado, cuando anunció en un video su decisión de solicitar al Congreso estatal licencia al cargo que desempeñó de manera lamentable desde finales de 2010.
Se puede considerar cinismo o estrategia, veamos. Duarte recuerda que el 6 de diciembre de 2012 le tocó dar el timbrazo en la BMV con motivo de la colocación de certificados bursátiles del gobierno estatal; en la festiva foto aparecen, entre otros, Tomás Ruiz, entonces secretario de Finanzas, Héctor Yunes Landa, y, de espaldas, Luis Téllez Kunzer, anfitrión del evento. Ese mismo día, Duarte colocó en Tuxpan la primera piedra de la tienda departamental Liverpool; en la foto se da la mano con el entonces alcalde Alberto Silva Ramos.
Otro 6 de diciembre, pero de 2011, Duarte comparte el boletín de la firma Acuerdo Nacional por el Turismo y del Convenio de Coordinación en Materia de Reasignación de Recursos con la entonces secretaria, Gloria Guevara Manzo, en el gobierno de Felipe Calderón. Ese día, el municipio de Xico fue declarado Pueblo Mágico, denominación que permite la participación de recursos federales.
Y el recuerdo que podría resultar emblemático, corresponde al 6 de diciembre de 2014 cuando el gobierno de Veracruz recibió el X Encuentro Empresarial Iberoamericano al que acudieron; el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, Valentín Diez Morodo y el canciller del gobierno español, José Manuel García-Margallo.
¿Qué está tratando de decirle al mundo Javier Duarte? Quizá que durante su gobierno, el tema de las finanzas siempre se trató en los más altos niveles del capital y que entonces nadie se percató de los malos manejos que recientemente han salido a la luz. Pero hay otra teoría más oscura, Duarte podría deslizar en días próximos los nombres de sus supuestos cómplices del quebranto veracruzano.
Periscopio. Los lamentables resultados de la prueba Pisa aplicada en los países integrantes de la OCDE ponen en evidencia que la reforma educativa no ha tenido los resultados esperados. La Secretaría de Educación Pública no ha logrado su implementación, a pesar de que Elba Esther Gordillo ya no está al frente del SNTE, es cierto que la disidencia agrupada en la CNTE ha bloqueado el nuevo modelo educativo. Lamentablemente, no es posible cambiar a los pequeños educandos mexicanos y la evaluación a los maestros obedece a criterios que tienen más que ver con la relación laboral que la actualización de la enseñanza. Entonces, la última opción sería sustituir a Aurelio Nuño de la SEP, cosa que se antoja impensable dada su cercanía con Enrique Peña.
En el radar. Tiene razón el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, al impugnar ante el TEPJF la orden que dio el INE de retirar el publirreportaje que se mandó a hacer el también aspirante a la candidatura presidencial del PAN. El argumento es que el INE no mide con el mismo rasero a otros aspirantes, como Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Graco Ramírez, Miguel Ángel Mancera, Andrés Manuel López Obrador, “El Bronco” y Jorge G. Castañeda, que también andan en franca campaña desde hace tiempo. Pero si de raseros hablamos, a Moreno Valle se le debería aplicar el mismo que a Javier Duarte y a Guillermo Padrés, por las faltas cometidas en su administración; principalmente, en lo referente al caso de la muerte de un menor durante una manifestación en Chalchihuapan; por los abusos cometidos en la construcción de un parque temático al pie de la pirámide de Cholula; y por la complicidad de mandos policiales con los huachicoleros, dedicados a extraer gasolina de los ductos de Pemex en Puebla. Moreno Valle intenta victimizarse al denunciar una suerte de complot en su contra, estrategia que fue criticada por los panistas en 2006, cuando López Obrador se atrevió a cuestionar a las instituciones por los cuestionables resultados electorales de la elección presidencial de 2006 y 2012. Que venga el piso parejo que pide el presidenciable.