Debate nacional indispensable

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Por Manuel Bartlett (Senador de la República)

Presentamos en el Senado el libro “Reforma Energética: el poder duro y consensuado para imponerla”, Rosío Vargas -investigadora UNAM y yo. Temas: La energía en la estrategia de Estados Unidos (EU); Destrucción del sector energético mexicano, Ocupación del territorio nacional, Estrategias de seguridad, jurídicas y policiacas, penas incrementadas en materia hidrocarburos, Estado policiaco-militar: mando mixto, ampliación de justicia militar, agentes migratorios y aduanales extranjeros armados en instalaciones mexicanas; Instrumentos de imposición: iniciativa Mérida ASPAN, DEAN. Resumimos aspectos de la presentación (versión completa: https://youtu.be/_yIwxb1vK_k).

Doctor Nicolás Domínguez: “El libro explica cómo la reforma energética cede la riqueza energética a privados mexicanos y trasnacionales; militarizar el país facilita esta transferencia: leyes, reglamentos, convenios y acuerdos para asegurar que el pueblo ni siquiera pueda protestar para reclamar lo que es suyo, lineamientos de EU. Documenta militarización desde la Iniciativa Mérida, que declara la guerra contra el narco, presiones norteamericanas militarizaron los puertos y crearon zonas económicas exclusivas. México ya un país ocupado, integrado a EU, con nuevas formas”.

Doctor Alberto Montoya: “Los mexicanos tenemos dos opciones: continuar en esta destrucción de la historia -de la comunidad, del Estado Nacional-, o la decisión y voluntad para transformar las actuales estructuras de poder, imperativo racional, ético, histórico y político. La lección en la historia mexicana es que la irracionalidad y la injusticia en todo régimen deben ser transformadas por la vía política. La mayor amenaza a las libertades y desarrollo de México, a la economía, la sociedad, la cultura, la opinión pública, la inseguridad es consecuencia de una estructura de poder del imperio estadounidense pactado con una oligarquía nacional a lo largo de 30 años. La destrucción de la economía política mexicana tiene como objetivo directo: la militarización para proteger propiedad, mercados, instalaciones y actividades trasnacionales. Lo más importante es que se discuta, se analice, porque es posible conocer la verdad, adoptar aquello que se demuestra como verdadero y rechazar lo que se demuestra falso. No podemos pretender cambiar una realidad tan compleja e injusta -con poderes tan concentrados-, sin un verdadero debate nacional. No es cuestión de mayorías hechizas, lo que va a prevalecer es lo verdadero o justo, para que el pueblo organizado recupere, con su voluntad sus derechos”.

Doctora Rosío Vargas: “Partimos del proyecto geopolítico de EU, su reposicionamiento internacional con la integración del mercado energético de América del Norte, cuyo objetivo es expandir sus empresas energéticas, acceder a recursos/reservas, a rentas económicas, a mercados y todo negocio asociado a la infraestructura energética. Ignorar la realidad internacional, desconocer las estructuras y la jerarquía de poder de los grandes actores internacionales, sus asimetrías, el ejercicio de poder, los términos desiguales del intercambio, es una trágica realidad de nuestros tomadores de decisiones. En la estructura de poder internacional hay países poderosos que ‘integran’ y hay otros que ‘somos integrados’; en ello ha sido fundamental la convergencia de élites, en materia ideológica y de intereses económicos compartidos. El contexto internacional obliga a prever un cambio fundamental: el nuevo chivo expiatorio es México, origen de todos los males de EU (migración, desempleo, narcotráfico, crimen) que pudiera derivar en la tentación de la imposición apresurada de un Estado de Excepción”.

Este libro de circulación digital abierta a todo el mundo (en dominiociudadano.org: https://goo.gl/NUqDZB) pretende impulsar un auténtico debate, romper el cerco mediático, de imposición de la mentira; pretende ser aportación de análisis político sustentado. Las reformas y proyectos que se describen obligan a una discusión y participación nacional auténticas, no simuladas; sin lo cual, tales reformas y proyectos rompen el Estado de derecho explícito en la Constitución.