Tráileres, la muerte andando
Trasfondo.
Por Juan Carlos Castillejos Castillejos
Tráileres, la muerte andando
En el año 2012, los accidentes provocados en todas las carreteras de México por un tráiler o camión de carga rebasaron los cinco mil percances en los que falleció mucha gente y otro buen número salió herido e incluso con daños irreversibles, así como pérdidas materiales, cuyos montos superan varios millones de pesos.
En lo que va del año 2014, los accidentes en los que ha estado involucrado cuando menos un tráiler o un camión de carga superan ya los cuatro mil y el número de pérdidas humanas sigue en aumento, a tal grado que seguramente supera los muertos de la delincuencia organizada. Para atender esta problemática que enluta a muchos hogares mexicanos, el gobierno federal no ha mostrado, a menos a la vista, algún interés para darle seguimiento y buscar medida alguna para evitar que tantos percances automovilísticos se sigan presentando.
En muchos países existen medidas que fueron tomadas oportunamente y actualmente los tráileres o camiones de carga no circulan de día, sólo por las noches y tampoco permiten que circulen ese tipo de camiones de doble remolque. Y eso les ha ayudado a disminuir los accidentes y por lógica un menor gasto público en materia de medicina del transportey de los grandes gastos que ocasionan los accidentes en los daños materiales a la infraestructura carretera, añadido a los retardos en la movilización de otras cargas y gente.
En México lamentablemente no hay un buen control en materia de transportes de carga, porque para empezar las unidades de carga de doble remolque circulan a pesar de que nuestras carreteras no están hechas para ser usadas por este tipo de vehículos, y además circulan en todo momento y a veces en las horas de mayor tráfico vehicular y a velocidades no permitidas en la carreteras, ya sean supercarreteras o autopistas.
Y les aseguro que no hay ningún tipo de control, porque muchas veces al conducir por alguna de nuestras carreteras observamos que sus conductores son jóvenes o menores de edad que tienen muy poca experiencia en el manejo de esas unidades. Asimismo es una realidad que los propietarios de las unidades de carga tratan de bajar sus costos y por eso utilizan camiones con doble remolque, pues con el pago y gasto de un solo viaje, transportan el doble de la carga, pero con un gran riesgo, pues incluso en el traslado de material inflamable muchas veces la falta de pericia de los choferes hacen que el segundo remolque se les descontrole y terminan siendo jalados con mucha velocidad, provocando que se impacten en áreas urbanas como ha venido pasando últimamente, y generando incendios y explosiones con desgracias de grandes magnitudes.
Otra de las violaciones cometidas por los dueños de esos transportes, que además son concesiones del gobierno, es que solo pagan a un solo conductor para tramos que por su distancia tendrían que durar muchas horas, generando en muchos de ellos el uso de todo tipo de droga a fin de soportar todo el tiempo de la ruta para ganarse unos pesos de más, pero que lógicamente también es causa de muchos impactos contra el transporte de pasajeros o automóviles familiares con las desgracias ya conocidas.
Aunado a todo lo comentado existe además el hecho de que cuando ya los transportistas dejaron su carga en el destino contratado, normalmente para ganarse unos pesos extras, en reiteradas ocasiones sin conocimientos de los propietarios, se contratan con otras empresas para transportar otro tipo de material, a veces peligroso, sin que las unidades de carga tengan ni la capacidad ni las características para darle seguridad a la carga. En estos casos y en otros más, los elementos de la Policía Federal de Caminos dejan que circulen, pues dicen que cada pasada de este tipo de unidades por determinadas zonas les deja muy buenos dividendos.
El caso es que algo deberán de hacer las autoridades, pues todo ello representa una grave carga a la economía del país, desde la pérdida de vidas humanas, gente con limitaciones físicas que antes de un accidente era un ente económicamente activo, hasta los grandes gastos que cada accidente genera en todos los siniestros.
¿Pero qué dependencias del gobierno deberían de intervenir para regular la actividad del transporte de carga? Sin dud,a en primera instancia la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la Policía Federal de Caminos (PFP) y Caminos y Puentes Federales (Capufe), que son las dependencias federales que tienen que ver con los caminos del país; en coordinación con las dependencias estatales que tengan que ver con la actividad del transporte, para coadyuvar a establecer una serie de medidas con la circulación de los que hoy son considerados los culpables de tantas pérdidas humanas y materiales en México.
La labor de Capufe sería la más importante, en virtud de que en todas las carreteras del país existen casetas de cobro y es ahí donde cada uso de los transportes de carga debería de detenerse durante un tiempo adecuado, para que la autoridad correspondiente revise la carga, las características de las unidades, su estado mecánico y físico; así como el estado de cada conductor. Seguramente los dueños de los transportes de carga no estarán de acuerdo, ante la evidencia de que parte de los grandes financiamientos a las campañas políticas es sufragado por las grandes corporaciones del transporte, sin ningún control.
El tema por supuesto que es muy complicado, pero si el gobierno gasta tanto en la lucha contra la delincuencia, las familias mexicanas mucho agradecerían que durante sus traslados por carretera no tuvieran el riesgo de accidentarse por la ausencia de la autoridad y la aplicación de la ley en materia de transporte de carga. Al Tiempo.
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