Economía Cotidiana 1/3/17

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Periodismo en los tiempos de Trump

Por Julio Cesar Vega Olivares 

Hay un viejo dicho, incluso muy manoseado, cuando se afirma que a un político le dan “muerte de mosca”, es decir, a puro periodicazo, esto lo hacen refiriéndose a una especie de muerte política, considerando que la actividad periodística influye en la fama pública y en la vida económica, política y social, ya que la política en un país democrático es una actividad donde la fama pública es muy importante. 

Lo anterior, es refiriéndose al poder de la prensa que incluso ha sido llamado el cuarto poder; ahora con el avance de las formas de comunicación esto se extiende y se habla del poder de los medios al cual se suman la radio y la televisión, dicen que el que no sale en la televisión no existe además de en las redes sociales que tienen gran penetración y son muy eficientes y relativamente baratas, aunque los medios son bidireccionales ya sea para encumbrar o para denostar. 

Todo esto viene al tema por la actitud de Donald Trump frente a los medios, en donde un trae pleito con los comunicadores que lo critican por medio de su conducta arrogante que simula parecer no necesitar de los medios y piensa que es al revés, o sea que los medios lo necesitan a él, pero las facturas se guardan.  

Recordemos que Trump, durante su campaña, expulsó a empujones de una rueda de prensa y, con sus agentes de seguridad, al periodista de origen mexicano Jorge Ramos, en Dubuque Iowa. Jorge Ramos es uno de los presentadores hispanos más importantes y honestos de los Estados Unidos, pero detrás de todo esto está un conflicto entre Trump y la cadena televisiva en la que trabaja Ramos, puesto que dicho presidente enderezó una demanda por 500 millones de dólares en contra de Univisión, luego de que esta cadena televisiva decidió cancelar relación comercial con la organización Miss Universo, que en parte pertenece a Donald, en protesta por sus comentarios contra los inmigrantes mexicanos, a quienes calificó de criminales y violadores, cuando la mayoría de los televidentes de esta cadena son de origen hispano. 

Trump, le machacó este asunto a Ramos luego de que el periodista reingresó al salón en donde se realizaba la conferencia; recordemos que Univisión es una cadena afiliada a CNN y que apenas hace unas semanas anunció una fusión de contenidos con Televisa, incrementando así esta última televisora su participación accionaria con derecho a voto del 14 al 20 por ciento y de inversión al 49 por ciento. 

Con esto, sólo falta que Trump criminalice a la prensa, todo porque el periodismo libre no apoya el sexismo, el racismo y la criminalización de la migración. 

Ya investido del poder presidencial, Trump, en su primera conferencia de prensa, acusó a la cadena CNN de mentirosa y de dar falsas noticias. Hace cinco días su secretario de prensa convocó a una conferencia de prensa en la Casa Blanca y en ella se le negó la entrada al New York Times, CNN, BBC, Los Ángeles Times, New York Daily News, Daily Mail, The Hill, Político, Buzfeeed, claro…seguramente con el visto bueno de su jefe. El problema es cupular, Trump sabe que con quien tiene que quedar bien es con los dueños de los medios, aunque existen riesgos, pero no con la chiquillada, a esos se los doma la nomenclatura.

Otros medios influyentes en los Estados Unidos como la revista Time y The Associate Press, decidieron no asistir a dicha conferencia de prensa como protesta.   Pues es algo inédito, el Presidente Trump acusa a la prensa de filtrar información falsa y señala a la ABC, NBC, CBS, CNN, diciendo que los medios no son sus enemigos, son enemigos del pueblo norteamericano, en lo que parece una expresión de un fascismo recalcitrante.  

Donald quiere tener un periodismo aplaudidor como cajas de resonancia al estilo del tercer mundo, aunque acá el asunto está peor, cuando no los corren como a Carmen Aristegui, se les aplica la que fuera conocida como opción veracruzana, desaparecerlos.  

Lo que parece claro es que Trump está respaldado por la nomenclatura norteamericana que representa la suma del poder político y económico, pero esto no es gratis, así que sólo estamos esperando cuándo y dónde será la próxima guerra. Y es que sus declaraciones bélicas son muy preocupantes, para empezar incrementará el presupuesto del gasto militar en 54 mil millones de dólares,  aunque en realidad el gasto militar total norteamericano, sumando todos los rubros con los que el gobierno norteamericano pretende encubrir estos gastos en 2017, es de 773 mil millones de dólares, considerando que el presupuesto del departamento de defensa no incluye el costo de las guerras, gasto ya de por sí el más elevado del mundo y, ayer Trump declaró que en su relación con el resto del mundo privilegiará las armas sobre la diplomacia, lo cual se considera una amenaza para todos los países en donde México está incluido y lo que parece  una involución hacia la denominada diplomacia  nuclear,  un asunto sumamente preocupante, pues los países como México quedamos en el fuego cruzado. 

Los medios norteamericanos se quejan del nuevo gobierno de los Estados Unidos, de quien dicen impide el libre acceso a la información; con todo esto, se está terminando una tradición democrática histórica del gobierno estadounidense, por algo será, pero lo seguro es que Donald Trump tendrá muerte de mosca…esperemos ver cómo le va.