Línea Política 16/3/17

el

Por Agustín Contreras Stein

LA SUCESION UNIVERSITARIA

YA ESTÁ en camino el proceso de renovación en la Rectoría de la Universidad Veracruzana.

El periodo de Doña Sara Ladrón de Guevara concluye, pero con la posibilidad de amarrar otro tiempo al frente de esta importante institución.

Y es que, viéndolo bien, no la ha hecho mal, como se dice comúnmente, sino al contrario, el trabajo realizado es evidente y se mantiene, sobre todo, tranquilidad entre la comunidad universitaria, además de que la parte académica se ha mejorado y ha tomado una nueva dimensión en el ámbito universitario nacional.

Por esta razón, todo apunta a que Doña Sara permanecerá en la representación máxima de la Casa de estudios más importante de Veracruz.

Su estancia en la Rectoría es aprobada por los universitarios, además de contar con la aceptación de quien manda en Veracruz, que independientemente de que la institución goce de autonomía, no hay que perder de vista que el Estado mantiene, también, la rectoría de la educación en todos sus niveles.

Sin embargo, la sucesión en la universidad está abierta para todos y la misma Junta de Gobierno ya ha dictado sus primeras disposiciones dentro de este proceso, por lo cual a partir de este fin de mes se darán a conocer los términos en los cuales se competirá por la Rectoría, que no es cualquier cosa, sino una responsabilidad que pocos pueden asumir.

Es sorprendente también que dentro de este proceso sucesorio en la Universidad Veracruzana la participación activa esté a cargo de tres mujeres, solamente, donde los hombres, por primera ocasión, se han apartado de estas aspiraciones, para dar paso a quienes han resultado, como el caso de Doña Sara, excelentes representantes y administradoras de la educación superior en la entidad.

De esta manera se podría considerar inédito este proceso que se ha iniciado en busca de la renovación en la Rectoría, donde la competencia se la hacen las propias mujeres que demuestran con ello que tienen las mismas agallas para enfrentar el reto de dirigir a una institución del alcance que tiene la Universidad Veracruzana.

Se aplican, sin duda, los principios democráticos en la sucesión universitaria, donde la participación es lo más importante para concretar la oportunidad de que todos los académicos que quieran puedan participar, además de otros aspirantes que deseen entrar en esta contienda, que si bien no es política, tiene sus propios ingredientes que la ubican dentro de esta contexto, con el solo hecho de participar en un proceso que tiene por objetivo principal renovar la representación universitaria.

Desde luego que hasta el momento la delantera en este proceso sucesoriola tiene la actual Rectora, Doña Sara Ladrón de Guevara, a quien dos mujeres más, hasta donde se sabe, le disputarán el honor de continuar al frente de la Universidad.

Se prevé que la sucesión universitaria sea de manera suave, tersa, consensada, aunque no deje de ser, por sí misma, un proceso que tenga también sus propios esquemas políticos, como ya lo hemos apuntado, aunque sea diferente de otro tipo de procesos políticos a los que estamos acostumbrados vivir dentro del Estado de Veracruz.

Hay, desde luego, expectación por lo que puede suceder, considerando que la Universidad Veracruzana es la institución de educación superior más importante del Estado, además de ser una de las más reconocidas dentro del amplio mundo universitario, por lo que todo lo que suceda en su interior pudiera ser de gran interés para la comunidad universitaria nacional, incluso, extranjera, pues hay que considerar también que el Alma Mater de Veracruz ha trascendido hasta los ámbitos universitarios del mundo, porque así lo han demostrado los intercambios culturales.

Por lo pronto, la sucesión en la Universidad Veracruzana ya se encuentra a la vuelta de la esquina y como en cada periodo que termina, se hacen las evaluaciones correspondientes, donde ahora, Sara Ladrón de Guevara, actual Rectora de la Casa de Estudios, aparece con gran aceptación universitaria.

FALLÓ SERGIO HERNANDEZ, al frente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.

Y le falló a quien en estos momentos se encuentra en serios aprietos para sacar adelante la administración estatal.

No pudo, el bisoño diputado, con el paquete que le encargaron, porque, finalmente, la famosa reestructuración de la deuda pública no salió aprobada y se tuvo que echar marcha atrás, como también lo habíamos señalado con anterioridad, tomando en cuenta la poca experiencia política de quien está al frente de las fracciones parlamentarias en la legislatura actual.

Esto ha motivado, desde luego, que los mismos panistas se estén inclinando por buscar a un nuevo pastor, porque las cosas no han salido como se esperaban, principalmente por la falta de negociación, de cabildeo necesario y de la habilidad política que se requiere para consensar los acuerdos en el Congreso, donde ahora hay más responsabilidad de parte de los diputados de oposición, incluyendo al propio Partido Revolucionario Institucional que si bien ya se había llegado a un acuerdo para la aprobación de la iniciativa gubernamental tuvo que echar marcha atrás.

Se dice que el voto en contra se debió a los últimos acontecimientos donde el Ex gobernador interino del Estado fue detenido, pero sin duda, también hay mucho de cierto en la poca capacidad de quien dirige la Junta de Coordinación Política, que al mero momento de los enfrentamientos no supo qué hacer.

Supuestamente la decisión de las fracciones parlamentarias estaba sujeta, desde hace varios días, a la inclusión de algunas exigencias de los partidos políticos de oposición, principalmente en lo que se refería al compromiso que de los excedentes de la reestructuración, se pagaran los recursos pendientes a los ayuntamientos.

ES EVIDENTE que en el Estado de Veracruz no hay suficientes empresas que generen empleos para la gente de la región.

Por ello, esta es una parte importante que el Estado debería tener en cuenta para resolver muchas de las carencias en el seno familiar.

Pero no hay voluntad, por ahora, para atender estar prioridades, pues desde el mismo gobierno se ha estado negando la derrama económica, de la cual vivían muchos veracruzanos, tanto de esta capital como del resto de la entidad.

Todo ello ha motivado que comience por vislumbrarse un alto grado de pobreza, falta de oportunidades, empleo y recursos suficientes para que sobrevivan varios sectores de la sociedad.

La propia capital del Estado se muere. No hay movimiento económico y en breve comenzarán a cerrar varias negociaciones, e incluso, importantes cadenas de supermercados y tiendas comerciales.

El asunto está grave, se ve grave y se tornará, todavía, más grave, sino se implementan programas económicos que reactiven la economía de la capital y del Estado.

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.