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Por Francisco Garfias

PIDE EL CEN QUE CORRAN A SEIS SENADORES DEL GPPRD

El CEN del PRD pidió ayer, oficialmente, la separación los seis senadores que ya renunciaron al partido, pero que siguen en el GPPRD cobrando prerrogativas por las presidencias y secretarías de comisiones que ocupan.

En papel membretado de la senadora Dolores Padierna Luna, dirigido a Pablo Escudero, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara alta, la dirigencia nacional del PRD envió la solicitud en la que incluye la lista de los que pretende correr: Mario Delgado Carrillo, Alejandro Encinas, Armando Ríos Piter, Zoé Robledo, Benjamín Robles y Rabindranath Salazar.

En el documento se recuerda a Escudero que, por disposición del Comité Ejecutivo y de acuerdo a los estatutos del partido, la nueva jefa de la bancada es Dolores Padierna, “hasta en tanto no se realice una nueva elección apegada a derecho por parte de la Asamblea General del GPPRD”.

La dirigencia desconoce, por lo tanto, a Raúl Morón, designado como coordinador por 15 senadores, incluidos los seis que quiere separar del grupo.

En mayúsculas destaca que el removido coordinador, Miguel Barbosa, tiene suspendidos, por 30 días hábiles, sus derechos partidarios.

El documento del CEN, canalizado a través de Padierna, incluye la lista con la nueva integración del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado. La bancada se quedaría sólo con 13 legisladores que no han renunciado a la militancia.

Ellos son: Dolores Padierna, Miguel Barbosa, Luz María Beristain, Lorena Cuéllar, Angélica de la Peña, Fidel Demédicis, Luis Humberto Fernández, Fernando Mayans, Iris Vianey, Raúl Morón, Isidro Pedraza, Adolfo Romero Lainas y Luis Sánchez.

Los trece son los que tienen derecho de elegir al coordinador, subraya el CEN.

Aun así, la correlación de fuerzas favorece a Morón 4 a 9. Pero éste insiste en que voten también los que ya renunciaron al PRD. Las negociaciones y jaloneos son fuertes al interior de la bancada.

Los cuatro fieles al CEN (Padierna, Angélica de la Peña, Isidro Pedraza y Luis Sánchez) intentan convencer a dos o tres para invertir esa correlación de fuerzas. Se ha pensado incluso en la posibilidad de que Alejandra Barrales, presidenta del PRD, regrese a su escaño.

BARBOSA NO PUEDE VOTAR

Senadores consultados sobre la legalidad de la separación se mostraron titubeantes sobre la legalidad de la petición. Nos dicen que el doctor Arturo Garita Alonso, el mero mero de Servicios Parlamentarios, ha comentado que ésa es una “decisión personal” de cada senador. ¿Será?

La ausencia del coordinador del PRD ha afectado no sólo la gobernabilidad en el Senado, sino el procesamiento de temas medulares, como la elección del fiscal Anticorrupción.

“¿A quién convocamos? ¿A Dolores Padierna? ¿A Raúl Morón?”, preguntaba ayer el panista Fernando Herrera, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara alta (Jucopo). “Lo recomendable es que se vuelvan a reunir”, nos dijo el senador azul.

Nos dejó claro también que la elección de quien sería el zar anticorrupción no es para mañana.

El PAN ha puesto como condición que, antes de elegirlo, se dictamine primero la iniciativa del Ejecutivo que elimina el “pase automático” del procurador a la Fiscalía General de la Nación. Pero también se tienen que legislar previamente las leyes secundarias en materia de anticorrupción, particularmente en lo que se refiere a obra pública y adquisiciones.

Herrera nos dijo también que hay diferencias en el lapso que durará el primer fiscal general (que va a sustituir al procurador general de la República). Los más insisten en que de una vez se elija por nueve años. Otros pugnan por que, excepcionalmente, permanezca sólo 18 o 20 meses en el cargo.

A Graco Ramírez se le apareció El Chamuco. El cardenal Norberto Rivera y otros diez obispos mexicanos ayer le enviaron una carta a monseñor Ramón Castro Castro, manifestándole su “comunión solidaria” ante “los ataques, calumnias, difamaciones y persecución de la que ha sido objeto” desde su llegada a la Diócesis de Cuernavaca.

Y es que el mandatario de Morelos ha acusado a monseñor Castro Castro de ser un “mentiroso” y de mezclar su “activismo religioso” en los asuntos de su gobierno.

En una entrevista con López-Dóriga, Graco insinuó, incluso, que el religioso se clavó una lana para construir una cancha de tenis, luego de recibir 75 millones de pesos del gobierno federal para restaurar la catedral de Cuernavaca.

El sacerdote dice que sólo fueron 25 millones los que recibió para la restauración, rechazó lo de la cancha de tenis y asegura que el gobernador se enojó porque esos recursos no pasaron primero por el gobierno del estado y no hubo moche.

El religioso, además, ha declarado que los índices delictivos han repuntado en la entidad, que se piden moches a constructoras, ha dicho que magistrados y diputados están vendidos y ha hecho bloque con Cuauhtémoc Blanco, alcalde de Cuernavaca, y con el rector de la UAEM, Alejandro Vera.

La carta de los obispos, vicarios de pastoral y religiosos a Castro Castro agrega:

“Conocemos tu probidad y la hemos constatado en la responsabilidad que la propia Conferencia Episcopal Mexicana te ha confiado al nombrarte como administrador de los bienes de la iglesia Católica Mexicana(…)”.

Los obispos, sin duda, están muy enojados. Y aún falta. “Vas a ver cómo se le va a ir encima el cardenal (a Graco) el próximo domingo”, nos adelanta la fuente que nos envió la carta.