Sergio González Levet - Basura, el problema/negocio
Sin tacto
Por Sergio González Levet
Basura, el problema/negocio (1)
El problema del negocio de la basura en Xalapa es que el manejo de la basura en realidad no es un problema, sino que es un negocio, y por eso se vuelve un problema.
(Espero que a alguien le haya quedado más o menos claro lo que puse, porque debo reconocer que ese primer párrafo me salió bastante difícil de entender. Algo así como cuando en mi época de semiótico recalcitrante el entonces Director del Centro de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la UV, Jorge Ruffinelli —mi jefe, maestro y amigo— bromeaba conmigo, cuando le presentaba un nuevo ensayo: “Está buenísimo tu texto. ¡No le entendí nada!”).
Hay que decir también que el asunto de la basura xalapeña tiene varias aristas y me iré ocupando de ellas. Prometo que trataré de hacerlo de una manera más clara en adelante.
Lo del “negocio/problema” es porque la basura contiene todo un tesoro económico en la recuperación de los desechos que son reutilizables, como el cartón y papel, los metales, ciertos plásticos, y hasta los residuos orgánicos, que pueden ser aprovechados para hacer composta, por ejemplo.
Y resulta que en Xalapa los pepenadores dedican buena parte del tiempo de su trabajo que les paga el Ayuntamiento —es decir, que les pagamos los ciudadanos— separando la basura que entregarán para su venta a los acaparadores que están convenientemente situados en el camino hacia los tiraderos. El camión se queda varado largos minutos en la calle y podría seguir avanzando, pero debe esperar a que las cajas de cartón sean amarradas aparte y depositadas en el techo de la unidad, a que las botellas desechables se integren en el pet que será vendido antes de finalizar la ruta. El tiempo de recolección se duplica o triplica, y por eso el servicio es lento y estorboso.
Hay la sospecha de que ése es un negocio de los líderes sindicales y que ellos se llevan la mayor tajada de esa venta semiclandestina. Dan ganas de creer que eso es cierto cuando se tiene idea de la manera en que defienden exasperadamente esta “conquista sindical”. Como sucede a menudo, sería una situación más de que unos cuantos vivales se aprovechan del trabajo de quienes dicen representar y defender.
En otras ciudades de México, el manejo de la basura se ha privatizado o se ha modernizado, y eso quiere decir que los ciudadanos de esos lugares gozan de un servicio de recolección eficiente y rápido. Eso implica también que los desechos son aprovechados de una manera digamos más ecológica. Se puede dar el caso, mediante un convenio adecuado, de que el ayuntamiento en lugar de gastar por ofrecer el servicio reciba un pago por concesionarlo.
Pero los líderes no querrían dejar su jugoso negocito. Ésa puede ser la razón por la que el sindicato de inmediato amenaza con paralizar el servicio a la menor insinuación de un cambio en el proceso y las condiciones de la recolección de basura.
A quien le quitan su pan que no llore…
Twitter: @sglevet
facebook.com/sglevet