Línea Política 25/4/17

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Por Agustín Contreras Stein

EL PODER NO ES NEGOCIO

¿QUIÉN DICE que el poder no es negocio?

Bueno, es una referencia que la arquidiócesis de México hace en relación a sus esfuerzos por hacer entender a la clase política que en verdad el poder no es negocio.

Sin embargo, habría que preguntarle a cada uno de los exfuncionarios del gobierno anterior, en Veracruz. Desde el exgobernador Javier Duarte de Ochoa, hasta los pequeños ajolotes de la política que se hicieron ricos al amparo del poder.

Sí, el poder es negocio, responderían.

De otra manera ninguna persona estaría interesada en tenerlo, pues se sabe que a partir de esta condición humana es cómo unos cuantos han sabido aprovechar la oportunidad para acumular dinero, y consecuentemente, el poder.

El poder, hasta ahora, es el más grande de los negocios que la gran parte de personas practican en todo el mundo.

El poder se consigue a través de la corrupción, de la deshonestidad, de la impunidad, y por qué no decirlo de una buena vez, también con el costo de muchas vidas de personas que en determinado momento son obstáculo para concretar la ambición por el poder.

El poder no reconoce a nada ni a nadie.

Ya lo hemos visto todos los veracruzanos, pero también los mexicanos, en lo general, pues el poder emana desde distintos puntos y a nivel nacional e internacional no se puede descartar.

En la pasada administración estatal, para no ir tan lejos, el poder se ejerció negativamente a manos llenas, de tal manera que no solo el dinero, las influencias, y otras cosas, fueron prácticas de un solo hombre, sino de una red de complicidades que dejó una larga estela de terror económico.

El poder, como se ve, es una enfermedad, pues aunque uno de sus principales elementos es el dinero, en realidad muchas veces este último no importa tanto, sino tener la posibilidad de sentirse superior a cualquiera, al grado de sentir que de su poder depende la vida misma de mucha gente. La historia humana así lo ha manifestado desde la creación de este mundo con la aparición de los primeros seres humanos que lo poblaron.

Y aunque la arquidiócesis de México opina sobre el tema como queriendo hacer valer su influencia para que la clase política comience por reflexionar, la verdad de las cosas es que se trata de un asunto que difícilmente veremos coincidir, pues necesitaría desaparecer la humanidad, para que junto a ella, también desapareciera de la mente y de su propia condición, la ambición del poder y del dinero, uno de sus más elementales integrantes.

El mundo, sí, ha caído en este gran pecado, si así pudiera llamársele a este objetivo primordial de la humanidad, pero no hay que olvidar que este llamado poder es el ingrediente que mueve al mundo.

El poder es el poder, dijeran algunos de los que se han ocupado de este importante tema, con lo cual se quiere hacer entender que nada escapa a él y que es una búsqueda permanente de los seres humanos, para poder sentirse realmente satisfechos, aunque no sea, exactamente, la idea que se tiene, pues, de la felicidad.

Para gran parte de la humanidad el poder sí es un negocio, al cual se decidan en cuerpo y alma para poder conseguirlo, aunque este mismo poder los lleve, muchas veces, a su propia perdición. 

El ejemplo es muy claro, a través de un Ex gobernador que se vio recientemente sometido por la propia autoridad, tirado sobre el piso de un vehículo, de forma por demás denigrante, donde el poder perdió al hombre.

Claro, que conste que hablamos del poder político, solamente, porque el poder se manifiesta en otras formas.

Y SI ALGUIEN, TODAVÍA, no logra entender que el poder es el poder y éste genera ambición y dinero, nada más tome en consideración lo que muchos excolaboradores del exgobernador Duarte hicieron con el dinero del patrimonio estatal.

Sabe a cuánto asciende la inversión que unos cuantos duartistas hicieron en Woodlands, Texas, en los Estados Unidos, de acuerdo a una versión difundida recientemente a través de los medios de comunicación y que puede ser cierta como no, pero que ya indica la forma en que desaparecieron tantos miles de pesos de Veracruz, pues nada menos que a una cantidad que ningún veracruzano logra digerir, pues se habla de veintidós mil millones de pesos. Encabeza la lista quien fuera Secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, que habiendo salido de Coatepec ahora es parte de los ricos ex funcionarios y prestanombres del exgobernador Javier Duarte de Ochoa, que tienen su casita en aquel condado de Place Harris, en los Estados Unidos. La referencia viene acompañada, incluso, con el número de cuenta y la cantidad aplicada.

Con eso de la devaluación del peso, la inversión de Mota Hernández, si así fuera, en una sola mansión acumula casi once millones de pesos, de acuerdo con datos que han llegado a la redacción de esta columna política.

Hay, además, muchos otros ex funcionarios cuya lista de ellos es amplia, donde algunos llegaron a comprar en esa misma zona del Estado de Texas, en los Estados Unidos, hasta once mansiones con diversos valores.

Este dinero fue conseguido a base del poder que tuvieron durante el ejercicio de este gobierno, en los pasados seis años, anteriores a la actual administración.

La cantidad económica que se menciona deberá ser corroborada por las autoridades, luego de las investigaciones correspondientes, con la finalidad de que en determinado momento se les haga responsables o se les compruebe que ese dinero no procede, solamente, de su sueldo.

DENTRO DEL SISTEMA nacional de salud, sin duda alguna que es el Issste quien se ha destacado por su compromiso que tiene con los derechohabientes, en todos los sentidos, pero primordialmente, en materia de salud, pues de acuerdo a lo que recientemente ha declarado la Delegada en Veracruz de esta institución, Elízabeth Morales García, a la fecha es esta institución quien ha mantenido un bien servicio médico, con un abasto de medicamentos que se acerca, prácticamente al cien por ciento.

Dijo la Delegada que, efectivamente, durante todo el tiempo, el Issste se ha preocupado por mantener surtidas las farmacias de los centros hospitalarios, con la finalidad de que los pacientes que son atendidos diariamente no tengan que sufrir las consecuencias de un desabasto de medicamentos que pudiera ser perjudicial para su salud.

En este sentido, dijo la funcionaria federal, se hacen los esfuerzos para que esta atención siga siendo permanente, para lo cual se tiene una especial cuidado de que en los hospitales que pertenecen a la institución no falten las medicinas, que en todo caso, es lo fundamental, después de que se expide una receta.

Y tiene plena razón Morales García porque sin medicamentos, aunque haya muchos médicos, no se podrá hacer mucho.

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.