Coordenadas 19/5/17

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El desastre de Trump: una ventaja

Por Enrique Quintana

El índice Dow Jones retrocedió 1.8 por ciento y el Nasdaq, 2.6 por ciento.

La explicación de esta caída está vinculada por entero a la crisis política que se presentó en Estados Unidos por el escándalo del despido de Comey como director del FBI y de la aceptación de Trump, de que compartió información sensible de inteligencia con Rusia.

Por primera vez desde que ganó la presidencia el 8 de noviembre del año pasado, los mercados financieros cayeron ayer por las preocupaciones políticas de la gestión de Trump.

Hasta hace poco, las perspectivas eran diferentes.

El 7 de noviembre, en la víspera de la elección, el índice Dow Jones se ubicó en 18 mil 259 puntos. El día al que llegó al nivel más alto fue el 1 de marzo, cuando cerró en 21 mil 115 puntos.

En ese periodo de su ‘luna de miel’ con los mercados, el índice Dow Jones saltó 15.6 por ciento.

Desde entonces las dudas empezaron a surgir respecto a la viabilidad de sus promesas, que fueron las que dieron aliento a los mercados financieros.

Sin embargo, en toda la era Trump, no había caído la bolsa como cayó ayer.

Ha comenzado a surgir la preocupación respecto a la posibilidad de que la presidencia de Trump no sea viable.

Es poco probable que se hagan realidad las propuestas que Trump hizo durante su campaña. Y adquiere relieve el tema de la reforma fiscal.

Más allá de las promesas, se ve difícil que pueda pasar la reducción del ISR corporativo y para las personas físicas si no hay una opción viable y políticamente aceptable para compensar la pérdida de ingresos derivada de esa reducción.

El discurso de Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, quien dijo que los ingresos perdidos se compensarían con el crecimiento, no se lo creyó ni él mismo.

El Congreso no estaría dispuesto a que el déficit se disparara, así que todo apunta a que la gran propuesta de Trump, que animó a los mercados, naufrague en los próximos meses.

Las pocas esperanzas que existían de que hubiera capacidad de operación política para conseguir los votos necesarios para sacar adelante la reforma, ayer se evaporaron cuando existió la percepción de que, incluso, grupos republicanos cuestionaron a Trump por su manejo respecto a los temas del FBI y Rusia.

Lo peor de todo es que el deterioro político en Estados Unidos apenas comienza.

Lo más probable no es que vayan desapareciendo los escándalos sino al revés. La crisis política podría profundizarse.

Para México hay una coyuntura aprovechable.

Trump va a estar sujeto a presiones en las próximas semanas, derivadas de los conflictos políticos internos, y va a tener muy poco espacio para atizar su crítica al TLCAN.

O aun si lo hace, no va a tener eco como lo hubiera tenido en otra circunstancia.

Como ya le habíamos comentado, creo que uno de los escenarios que deberán considerarse para el futuro es que el TLCAN, al final de cuentas, no se renegocie. O en el caso de que sí haya renegociación, estará la posibilidad de que se trate de cambios muy menores… pues en lo último en lo que estará pensando Trump es en el Tratado, cuando simplemente esté tratando de mantenerse en la Casa Blanca.