Ana Paula Ordorica - PAN: ¿Madero o Cordero?
¿Quién va a ganar el domingo en la elección interna del PAN? Va a ganar el encono, que ya se ha apoderado de quienes están con Cordero y de quienes están con Madero.
Se suponía que el PAN buscaría este nuevo proceso de elección de su presidente para demostrar que era un partido muy democrático, en donde se escucha a la militancia al dejar atrás el método de mano alzada de los poco más de 300 consejeros nacionales que hasta esta elección decidían quién presidía al partido.
Pero todo apunta a que la nueva estrategia, que hasta ahora ha generado un gasto estratosférico de recursos, provocará un burdo acarreo el domingo como el que tanto ha criticado el PAN al PRD y al PRI.
Además, hay indicios de que tras el domingo, vendrá un pleitazo en tribunales. El muy filoso editorial de Germán Martínez en el periódico Reforma del lunes pasado es una buena señal de lo que viene si la diferencia de votos entre Madero y Cordero no es grande.
La mayoría de los Consejeros Nacionales del CEN y de los gobernadores panistas están apoyando a Madero. Éstos tienen mucha confianza en el candidato y en su equipo en cuanto a las posibilidades de que se reelija.
Confían también en el trabajo de tierra que harán para movilizar a la militancia. Claro que es indiscutible que ambos candidatos saben que deben de sacar a votar a los panistas. El problema será si a éstos les gana el desencanto con un partido que se preciaba de honesto y capaz de gobernar y que en los hechos ha trascendido más por los moches y la ineficacia.
Ahí es justamente en donde quieren centrar sus baterías los corderistas. En la apuesta de que los escándalos de corrupción vienen de los maderistas y que aún cuando sean éstos quienes movilicen a más militantes a votar, a la hora de estar en la urna los panistas votarán por Cordero como rechazo a la corrupción de los cercanos a Madero, empezando por los coordinadores de diputados y senadores.
También como muestra de desaprobación con la relación del CEN del PAN con el gobierno de Enrique Peña Nieto en donde el problema lo ven no tanto en la cooperación, sino en el hecho de decir a todo que sí a cambio de nada.
Sea quien sea el vencedor del domingo, la polarización que hemos visto —incluso más acentuada que en la definición por la candidatura presidencial— se antoja difícil de superar tras la elección del domingo.
Esto está teniendo y seguirá generando efectos adversos para Acción Nacional de cara a las elecciones de 2015.
Primero que nada está provocando que el PAN desperdicie la oportunidad de capitalizar la difícil situación en materia económica y de seguridad por la que atraviesa el país para remontar ante el electorado desencantado con el PRI.
Y en segundo lugar, los efectos de la muy probable judicialización del resultado del domingo abonarán al encono entre panistas con la exacerbación del primer efecto mencionado en el párrafo anterior.
Podremos pensar que allá el PAN y sus problemas, pero todo esto está teniendo efectos en los retrasos para aprobar las reformas secundarias. Efectos que seguiremos viendo si el resultado se quiere resolver en el Tribunal Electoral.
Y todo para una presidencia que durará unos cuantos meses porque una vez pasadas las elecciones del 2015, otra vez entrará Acción Nacional en esta dinámica de relevo en su dirigencia.
Twitter: @AnaPOrdorica