Pascal Beltrán del Río - El Tri y la segunda fase

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La diferencia entre una mala actuación en la próxima Copa del Mundo y una que puede ir de regular a buena es pasar a la siguiente fase.

México logró esto por primera vez en un Mundial en 1970, cuando fungió de anfitrión.

Antes de esa vez, el récord mexicano en el máximo torneo internacional de futbol era de un partido ganado, tres empates y 13 perdidos. De 1970 a la fecha, el Tri ha ganado 11 partidos mundialistas por diez empates y 11 derrotas.

Durante ese lapso, la Selección Mexicana ha asistido a ocho de 11 ediciones de la Copa del Mundo, incluyendo las dos celebradas en casa. Y solamente una vez, en Argentina 1978, se ha quedado fuera de la segunda fase del campeonato.

 

Eso hace que México sea parte de un selecto club de siete países que han calificado a la siguiente ronda del Mundial, de 1970 a la fecha, siete veces o más. Todos, menos dos han sido campeones del mundo: Brasil y Alemania, han estado las 11 veces en segunda fase; Argentina e Italia, nueve; Inglaterra, ocho; México y Holanda, siete.

En el periodo referido, México ha jugado más veces un cuarto partido de Mundial que España (6), Francia (4) y Uruguay (4), todos ellos campeones del mundo al menos una vez.

Le cuento todo esto para contextualizar: si México no juega al menos un cuarto partido del Mundial, su actuación habrá sido mala. El punto más bajo en esta etapa, de 1970 a la fecha, es el Mundial de Argentina 1978, cuando perdió los tres juegos de la primera fase.

Se habla mucho de que en un cuarto partido México enfrentaría a las potencias europeas España u Holanda (yo no descartaría a Chile de esa lista), y, efectivamente, sería un partido complicado. Pero si lograra ir más allá de la primera fase, la actuación mexicana al menos sería regular.

Tampoco nada espectacular, pues, de 1970 a la fecha, 46 selecciones nacionales han logrado jugar al menos un cuarto partido del Mundial.

¿Llegará México a la segunda ronda? Si nos guiamos por el ánimo nacional, probablemente no.

Sobrada confianza entre los aficionados no parece haber, y eso se refleja en el desafortunado spot narrado por el técnico nacional que pide el apoyo casi bajo amenaza de quitarle la nacionalidad a quien no lo dé: “¿Estás con nosotros o no estás con nosotros?”, pregunta, voz en off, Miguel Herrera. Hasta para pedir un vaso de agua hay que tener modales.

Más optimista es el pronóstico del periodista y matemático estadunidense Nate Silver, cuyo modelo estadístico para hacer predicciones se ha vuelto famoso en el beisbol, la política y hasta en la cocina (su último proyecto es determinar dónde se cocinan los mejores burritos en EU). El blog FiveThirtyEight, creado por Silver, vaticinó ayer que Brasil ganará la Copa del Mundo, pero también que México tenía mayores probabilidades (40%) de alcanzar la siguiente ronda del Mundial que Croacia (37%) y Camerún (23%).

Yo #quierocreer que El Piojo no regresará a México como lo hizo José Antonio Roca, el único técnico que, de 1970 a la fecha, no ha conseguido que el Tri juegue al menos el cuarto partido en una Copa del Mundo.

Eso, a pesar de las inquietantes semejanzas para el Tri entre este Mundial y el de 1978. Dos ex defensas se hicieron directores técnicos de la selección tras hacer campeón al América. Y esta vez México, igual que hace 36 años, jugará contra un país africano, un excampeón del mundo y uno de Europa del este. En ese mismo orden.

Apuntes al margen

Hilaridad. “Todo fue una broma, no es cierto que haya robado dinero de la alcaldía”, precisó ayer el expresidente municipal de San Blas, Nayarit, y nuevamente candidato al cargo, Hilario Ramírez Villanueva. Nomás le faltó decir, como el exgobernador tabasqueño Andrés Granier, que al momento de declarar que había rasurado nomás “poquito” el presupuesto del municipio, estaba totalmente pasado de copas. La broma son los políticos como él, que, por desgracia, abundan en México.

En la entrevista que dio el presidente Enrique Peña Nieto al periódico español El País, lo más relevante fueron las definiciones del mandatario sobre la despenalización de la droga. Pragmático declarado, Peña Nieto no confunde su postura personal con sus responsabilidades de jefe de Estado. “Personalmente he declarado que no estoy a favor de la legalización de las drogas (…) Sin embargo, la legalización de la mariguana es un fenómeno creciente”, afirmó. También dijo: “La definición que se tenga sobre esa política tiene que ser hemisférica. Estados Unidos tiene un papel clave que jugar en esto. Parecería que no ha querido entrarle al toro por los cuernos”.

El tiempo se agota para que los Congresos de los 17 estados que tendrán elecciones locales el año entrante ajusten su legislación a la reforma político-electoral, que desapareció los actuales institutos electorales estatales y puso en manos del INE la designación de los integrantes de los organismos que habrán de suceder a aquéllos. Ese y otros cambios, consignados hoy en la Constitución y sus leyes reglamentarias en materia electoral, tendrán que reflejarse en la legislación local antes de que concluya junio. De lo contrario, previó la semana pasada el secretario de Gobernación, podrían sobrevenir “complicaciones”.  Anoche en Excélsior Televisión el líder de la Legislatura de Guerrero, Bernardo Ortega, dijo que esta situación se debía a la tardanza del Congreso de la Unión para aprobar la reforma.