Ana Paula Ordorica - No a la chiquillada

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Las votaciones de las leyes que rigen a los partidos los han hecho más ricos año con año, reforma tras reforma. En este año que no es electoral PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, Panal y Movimiento Ciudadano se repartirán una bolsa de tres mil 810 millones de pesos. Este monto es  6.9% más de lo que recibieron en 2013.

De ese presupuesto, los cuatro partidos pequeños se quedan con montos nada despreciables. El PVEM recibe 335 millones de pesos; PT 292 millones de pesos; Panal  277 millones y Movimiento Ciudadano 275 millones de pesos.

Estos partidos, que muy probablemente perderían su registro si fueran solos a una elección, reciben cubetadas de dinero de nosotros los contribuyentes. Y ahora, con las modificaciones que se le quieren hacer al recién aprobado artículo 87 de la Ley de Partidos me parece que se fomentaría aún más la vida artificial de estos parásitos, como los llama el PAN, o rémoras, como los vemos quienes sabemos que estos partidos son más un negocio particular que un intento por diversificar y enriquecer la democracia.

 

En principio suena bien tener mayor diversidad o la posibilidad de que las alternativas para los ciudadanos crezcan con la opción de más partidos políticos. Descalificarlos ex ante, como ha escrito Luis Carlos Ugalde, puede resultar injusto.

Pero no hay duda que hasta ahora los partidos pequeños no han sumado a nuestra democracia. Y a juzgar por los que se enfilan a buscar su registro, el futuro no será mejor ni distinto en esta materia.

Tres partidos están buscando obtener su registro para las próximas elecciones: Morena, de Andrés Manuel López Obrador y Martí Batres;  Frente Humanista, del ex panista Javier Eduardo López Macías e Ignacio Irys Salomón; y Encuentro Social del ex priista Alfredo Ferreiro y el ex perredista Luis Moreno.

Se trata de políticos enojados con sus otrora partidos porque las decisiones de la mayoría dentro de éstos no les gustaron. La historia de AMLO y Batres es ampliamente conocida. Ignacio Irys Salomón es el líder campesino que decidió salirse del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina por su rechazo a la candidata presidencial Patricia Mercado y mejor respaldó la candidatura sin registro de Víctor González Torres, el Dr. Simi.

Entiendo que la bolsa de dinero a repartirse que da igual si hay dos, tres o diez partidos y por ello no hay ahorro para los contribuyentes si se modifica el 87 o se queda igual. Entiendo también que el PAN no quiere que se modifique el 87 porque es el partido que menos recurre a la chiquillada en las elecciones y por ello sería el gran beneficiado del statu quo.

No obstante, se trata de no premiar una práctica que en nada suma a la democracia. Darle vida artificial a las rémoras es justamente premiar a quienes no tienen interés alguno por presentarse como nuevas propuestas ante los ciudadanos.

En tanto las reglas de financiamiento a los partidos no sean revisadas y permanezcan así de generosas, es mejor evitar que surjan nuevos parásitos que acaban siendo más bien negocios personales. 

                Twitter: @AnaPOrdorica