Ana Paula Ordorica - Mamá Rosa...
Mamá Rosa, la PGR y su defensa
Los hechos son muy claros, pero contradictorios. Por un lado, la PGR llevó a cabo un operativo de grandes proporciones, casi como el que esperaríamos para atrapar a alguien como La Tuta. Y, por el otro, tenemos a gente inteligente —difícil de engañar— defendiendo a la misma persona.
Me refiero a Rosa Verduzco. Mama Rosa. Esta mujer de 84 años a la cual Enrique Krauze —un mexicano que, dada su trayectoria, cuenta con todas las credenciales habidas y por haber para hacer valer su punto de vista sobre el tema o la persona que se le ponga enfrente, desde mi óptica— ha presentado como una víctima de una mala historia.
La misma mujer que permanece en manos de las autoridades acusada de explotación laboral, sexual y privación ilegal de la libertad de casi 500 menores de edad.
Según las fotografías que presentan las autoridades, Mamá Rosa tenía un albergue en donde los niños dormían en literas de metal, sin colchones; sus alimentos eran preparados en condiciones de total insalubridad y vivían rodeados de basura, ratas y cucarachas. Lo peor de todo: si querían abandonar el lugar, el albergue de La Gran Familia, no podían hacerlo.
Así vivían al momento del operativo de la PGR junto con el Ejército 458 menores de edad, 278 hombres y 174 mujeres.
Tras el operativo, Enrique Krauze publicó en Twitter un texto del año 2000 en donde da cuenta de su experiencia tras visitar el albergue. Habla de Mamá Rosa como la mujer que llegó a darle calor y un dejo de hogar a los condenados de esta tierra.
Escribe Krauze que “Mamá Rosa ha tenido que esgrimir mano dura para castigar desmanes, abusos, faltas de honestidad y riñas [en el seno de su albergue]”. Y continúa: “La Gran Familia no produce santos ni ha descubierto la vacuna contra la desdicha. Allí los hijos que abandonó la madre humillada han encontrado el seno de una madre dulce y lépera, hechicera que convierte la mueca de animalidad en gesto humano.”
Además de Krauze ha salido en defensa de Mamá Rosa otro historiador. Jean Meyer. Meyer y su familia tienen en Zamora, Michoacán, su segundo hogar, según el propio testimonio de Meyer Frente al País.
El hijo de Meyer incluso vivió cerca de un año en el albergue para filmar un documental, Verde, sobre Mamá Rosa.
La historia no da lugar a medias tintas. Eso quisiéramos suponer. Pero también hay que agregar la crónica que me ha hecho mi compañero reportero en Televisa, Eliseo Caballero: han sacado 20 toneladas de basura y el lugar sigue pareciendo un basurero.
Quizás Mamá Rosa no tenía los recursos para mantener en condiciones cercanas a ser idóneas a casi 600 personas. Por las imágenes, en La Gran Familia estaban lejos de ello. Siendo ella una mujer octogenaria y siendo Jean Meyer y Enrique Krauze hombres inteligentes, difícil de engañar, debe haber un punto medio.
No se me ocurre otra cosa que quienes estaban trabajando con Mamá Rosa abusaron de las buenas intenciones de esta mujer para convertir una buena causa —como la que describen Krauze y Meyer— en el desastre que encontró la PGR con su operativo excesivo que implicó incluso al Ejército hacia La Gran Familia.
El tiempo deberá sentar razones.
Twitter: @AnaPOrdorica