Gilberto Haaz Diez - ENCONTRE A PEIMBERT (RAÚL)
Acertijos
RETRATOS
Gilberto Haaz Diez
ENCONTRE A PEIMBERT (RAÚL)
Escrito en McAllen. Mañana de día lunes, la semana comienza trabajando, para unos, para otros, como quien esto escribe, apenas dar una vuelta más a esta zona del Valle del Rio Bravo. Estoy hospedado en Casa de Palmas, un hotel de la cadena Marriot. Bello, viejo pero renovado, donde pasaban a repostar las carrozas de la Wells Fargo en tiempos de John Wayne, y los cuatreros que las asaltaban. Salí a medir el tiempo. Sucede que traigo ‘tos de perro’. Voy a Wikipedia: “La llamada ‘tos de perro’ o crup espasmódico es causada por bacterias o alergias y se manifiesta por cuadros respiratorios agudos. Es conocida también como Falso crup, laringitis espasmódica o laringotraqueobronquitis aguda (como el supercalifragilistico). Por lo general es de origen viral, ya que el 75 por ciento de los casos es causado por el virus de la parainfluenza, el virus sincicial respiratorio, el del sarampión, el adenovirus y el de la influenza”. Bueno, pues eso traigo, con todo que el doctor Esquivel Haaz, mi sobrino, me dio medicina, pues nomás no la hice y como ya regreso el miércoles, pues a aguantarse un día más.
Salí enchamarrado a medir el tiempo. Las temperaturas en esta zona oscilan entre los 35 a 37 grados centígrados. Calor que pega de frente y airecito de monzón. Fuera del lobby, entre jardines tipo Babilonia, pero texanos, vi una camioneta de TV. Le vi saltar de ella con un tripié en la mano. Activo. Como Obama cuando baja del Air Force One, a brinquitos. Hace dos o tres días lo vengo siguiendo porque está en la televisora Univisión, cubriendo sendos reportajes de los niños que tiene papá Obama enjaulados. Llegan con la parafernalia de esa televisora que adoran los mexicanos de acá de este lado, y él es líder en ese grupo. Era Raúl Peimbert Díaz. Nos topamos frente a frente, casi cara a cara, afectuoso como siempre le dio gusto reencontrarnos. Un tipo carismático. Chingón, un comunicador veracruzano que una vez, en tiempos difíciles y nebulosos para el alemanismo, el exgobernador de las estrellas lo reclutó a cubrir unos años en la dirección de Comunicación Social del gobierno de Veracruz, y no conocí un periodista o columnista o editor que se expresara mal de él. Ninguno. Para todos tenía la sonrisa a la vista. Y la mano tendida. Junto a Jorge Ramos, otro paisano, cubren lo mejor de los conductores de noticieros americanos, los de habla hispana que ya tienen más adeptos que los americanos. Iba de prisa. Nos dimos el abrazo, posó para la foto que le pedí y quedamos de vernos un poco más noche. Está hospedado aquí y andan cubriendo excelentes reportajes para la Unión Americana. Raúl Peimbert Díaz vive en Miami, alguna vez de hace tiempo ofreció nos viéramos por allá, y dio dirección y teléfono, pero no he ido a ese sitio donde el mar embellece todo. Cuando cubrió la cancha del alemanismo, lo hizo muy profesional, dejó buenos amigos y buenos colaboradores, es una gente amable, que siempre siembra para cosechar gratitudes. Con títulos en su larga carrera, ganador del The National Academy of Television Arts and Sciences, le deseé suerte y nos fuimos cada quien a lo suyo, él a reportear, yo a otear lo que se pueda con este calor infernal donde solo el shopping lo revive a uno. En la foto que exhibo en Facebook, él está totalmente palacio, camisa y corbata, el saco en la camioneta; uno, medio enchamarrado por la tos de perro. C’est la vie, diría un francés.