La realidad de Mariana

Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo

Mariana Rodríguez Cantú, influencer con más de 1.7 millones de seguidores en Instagram y dueña de su propia marca de maquillaje es la próxima primera Dama de Nuevo León. Esposa de Samuel García, quien se sumergió en una candidatura a la que pocos le veían buen termino y que de pronto, gracias a la fórmula que completó Mariana, se volvió viral e imparable. Podría decir que ellos en el país están sembrando el precedente de un Marketing Político Digital nunca antes visto. Peña Nieto en su momento, intentó vendernos una novela muy a la “Kennedy brothers” con tintes de novela de Televisa, y consiguió atrapar un grueso bastante significativo de votos del pueblo, que se dejó llevar por una mal contada historia de amor y familia tradicional. Mariana se hizo viral al contar sobre los “tremendos obstáculos de la vida” a los que se había que tenido que enfrentar durante algunos meses precederos, aunque creo que no tiene idea, que el verdadero obstáculo donde siempre ha vivido es el terrible esquema machista donde se ha sumergido y donde se ha conformado en desempeñar un papel de “Barbie” buena onda, acompañante de hombre “poderoso”

Los García Rodríguez realizaron una estrategia mucho más aventurada, tecnológica, y dual, pues se montaron y tomaron a las herramientas digitales (llámense redes sociales) y a través de ellas, vendieron un discurso bastante tradicional: el típico matrimonio donde interactúan el “machito” que intenta ser alfa, con discursos tales como: “estás enseñando mucha pierna” y una típica mujer sumisa, que se “acata” a su hombre maxi proveedor, que la tiene en la burbuja del lujo y la vida fácil. Donde solo se tiene que ser, obediente y bonita.

Lo que se explotó no fue del todo la imagen e influencia de ella, que sirvió no cabe duda, pero no fue el real meollo del asunto. Este es mucho más profundo y alarmante, pues nos está evidenciando, el tremendo machismo que se vive dentro de la sociedad regia y como, no importa que tantos recursos tengas, que tanto roce o posibilidades de apertura y educación puedas obtener, cuando desde la raíz se tiene una cultura con estándares tan marcados en conductas machistas, siempre, siempre se estará colocando a la mujer como un objeto de adorno y al varón con un prototipo magnánimo a leguas sobresaltado. Esto más allá de una risa que pueda provocar el “fosfo, fosfo” o los bailes de la pareja en tic tok, nos debe remitir a un análisis profundo sobre lo que en cada seno familiar se está construyendo y reforzando en el ambiente. Porque es un hecho que fue un discurso familiar posicionado. No vendió ninguna propuesta social. Lo que vendió fue el discurso estándar de la familia donde el “señor” domina a su mujer ingenua, bonita, y hasta un poco tonta, que sirve de trofeo.

Incluso el candidato electo lo ratificó el pasado 10 de junio en su discurso de agradecimiento por ganar la candidatura, donde preciso que Mariana asumirá la titularidad del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia Estatal (DIF) pero solo como un cargo honorífico, pues la presidencia de forma real caerá sobre un “experto en el tema” rematando, con el argumento “gentil” de la trascendencia de su esposa en el organismo, gracias a su “encanto” el cual debe servir de ejemplo a muchas jovencitas… ¡válgame Dios!

No se está siendo coherente. No queremos más violencia en el país y reclamamos a quien intenta exponer la terrible enfermedad social en donde nos vemos envueltos, pero aplaudimos este tipo de retratos aberrantes y miren hasta puestos políticos les regalamos. Yo solo espero que esta pareja, que ya sabemos es bastante ambiciosa, no escale a niveles federales.

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