Sergio González Levet - Vacaciones para todos

el

Sin tacto

 

Por Sergio González Levet

 

Vacaciones para todos

 

De regreso de las vacaciones de “Sin tacto”, no se crean, he pensado mucho solidariamente en los muchos que no tuvieron oportunidad de tomarse unos días, entre ellos los sufridos empleados y trabajadores que debieron hacer guardias (muchas de ellas innecesarias) por si se presentaba algún imprevisto en la oficina o en el trabajo.

Pero junto a tantos pobres que no tuvieron la oportunidad de descansar un rato de la cotidianidad, y que quisiéramos que hubieran gozado de su asueto, también hubo otros que todos querríamos se dieran un descanso, para que, a su vez, nosotros descansáramos de ellos.

A saber:

1. Los pediches de toda laya, que no dejan a nadie dar un paso sin que se pongan enfrente con su plañidero solicitar, exigir, mascullar, lastimear. Entre ellos: los lidercillos o lidercillas sedicentes y junto a ellos sus clones: los pasquineros mal disfrazados de periodistas, los que trabajan de enfermos (con una dudosa cojera; con una receta estragada y manoseada por los meses de uso en el crucero; con un niño enfermo de desnutrición y malos tratos, no de enfermedad; con una bolsa de orines colgando por un lado de la cintura…).

 

2. Los hombres públicos que tienen por costumbre hacer declaraciones tronantes a favor o en contra de todo, lo que es decir a favor o en contra del gobierno en cada uno de sus niveles: municipal, estatal, federal.

3. Los manifestantes que en cualquier número toman la plaza pública de Xalapa o las carreteras o las calles o las casetas o las instalaciones, y con ello consiguen echar a perder el día y el negocio a muchos (mientras quienes los azuzan y los controlan hacen pingües negocios con ellos).

4. Los escritores de boletines. Muchos soñamos con que así como el Día del trabajo todo el mundo descansa, se instaurara el Día del Boletín, y que en esa fecha ningún periódico publicara las repetidas y repetibles notas de los malos reporteros. ¿Se imagina la permanente lectora, supone el ocasional lector un periódico escrito sólo con reportajes, con entrevistas, con crónicas y notas de color, con columnas y artículos, pero sin boletines? Ni Platón ni Tomás Moro se hubieran atrevido a proponer esta utopía.

5. Los vendedores puerta a puerta que te quieren convencer de que te sumes a su religión -también puerta a puerta, y sobre todo los domingos muy temprano-, los que tienen para ti ofertas de toda laya que al final siempre salen carísimas.

6. Los que hablan por teléfono en las horas más inoportunas para convencerte de que adquieras un celular, un seguro, una programación de cable o de satélite, una tarjeta de crédito, un crédito, un tiempo compartido, un viaje con pagos a largo plazo impagables.

7. Los aspirantes a diputados, que tocan puertas, piden favores y solicitan apoyos para que el Partido los tome en cuenta y consigan, cuando menos, una suplencia… o un premio de consolación.

Y no son todos…

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