Manuel Zepeda Ramos - Habemus Reforma
Piedra Imán
Manuel Zepeda Ramos
Habemus Reforma
Checo. Pérez de apellido, es el mejor piloto de carreras internacionales -incluyendo a la Reina, la fórmula uno-, desde que los hermanos Rodríguez, primero Ricardo y luego Pedro, partían el pastel en México.
Hace unas horas, este gran piloto de Fórmula Uno acompañó al Presidente de México a la inauguración de un libramiento muy importante para la vialidad de la zona metropolitana de Xalapa.
Los videos para los canales la misma noche del suceso y las fotos para los periódicos de México al día siguiente, mostraban a Enrique Peña Nieto manejando una camioneta con el Checo Pérez de copiloto.
En el avión presidencial, ya de regreso, el brillante y joven piloto habría dicho a la prensa que “el Presidente maneja con mucho talento”, a la respuesta previa de Peña Nieto diciendo que el Checo “no me dejó correr”.
Política pura.
Esa misma noche del miércoles, el Senado de la República aprobó la sexta y última parte de la reforma energética, finalizando con ello la aprobación de las reformas que el Presidente de México mandara al Congreso de la Unión para que se discutiera y, en su caso, se avalaran. El lunes, el Ejecutivo federal podrá ya promulgar esta reforma para que entre en funciones.
Se trata de un triunfo de la República. Habla de madurez al servicio de la Nación.
El Ejecutivo propuso y el Legislativo dispuso, después de modificaciones y agregados.
Es pues, la vida democrática de un México que ya cambió y que quiere ver el futuro inmerso en la competitividad necesaria a nivel mundial.
Solo así podremos aspirar a un porvenir digno para las próximas generaciones.
Las consecuencias, favorables al PRI y al Presidente emanado de él, no se han hecho esperar.
Las encuestas enseñan un claro avance del PRI, de dos a uno ante el más cercano adversario, si hoy fueran las elecciones.
Puedo decir que Peña Nieto tiene ya resultado de fondo que enseñar, a menos de dos años de haber iniciado su gobierno. Y no es cualquier resultado. Es la más profunda reforma desde que nació la actual Constitución de la República en 1917, en la ciudad de Querétaro. Casi un siglo.
Se prevé para el 2015 un año electoral favorable al PRI y a sus aliados. Significa que habrán de llegar a la Cámara Baja diputados que deberán consolidar las reformas logradas, como una de muchas tareas más, fundamentales para la nueva acción política. Eso quiere decir que en la Cámara de Diputados deberán estar los mejores hombres de México que puedan servirle a la Nación y al Presidente. El PRI habrá de ser en extremo cuidadoso a la hora de elegirlos. La inteligencia como requisito y el amor por la Patria, habrán de integrar la divisa necesaria.
Pero el Ejecutivo también tiene tareas fundamentales.
La buena marcha de las reformas, si bien habrán de tener resultados mediatos, tiene en la integración de sus fortalezas de funcionamiento, su principal fortaleza.
Las responsabilidades clave que ahora han surgido con ellas, deberán quedar en buenas manos.
En gente honrada y probada, que sepa dar los resultados que la Nación y Peña Nieto necesitan.
Se hace necesario explicarlas, en un ejercicio de divulgación en donde participe el talento mexicano, que es mucho, durante los próximos años y todos los días. Debe de explicarse en todos los niveles, desde la enseñanza básica para adelante. Deberán de usarse todas las bondades que la comunicación ofrece, desde la comunicación escrita, impresa y la participación en el pizarrón y en el aula, hasta la electrónica al servicio de la divulgación y la enseñanza, con todos los formatos posibles e imaginables que quepan en la radio, la televisión, las redes sociales, el teatro, la música y la danza. Hablo de la movilización de la inteligencia durante los próximos años, al servicio de la Nación y su desarrollo, al servicio del futuro de México y sus habitantes.
¿Cuesta? Por supuesto. Es una prueba de la inteligencia y hasta dónde podemos llegar. Pero va a costar menos si se confía a gente honrada, que la hay y tiene principios y prestigio.
Creo en las Reformas, como cree quien la envió y quienes las analizaron y aprobaron, en un ejercicio democrático y republicano sin precedente.
Tiene razón el Checo. El presidente maneja con mucho talento. Tanto, que dio un gran paso en el manejo de su gobierno al servicio de México.
¡Habemus Reforma!